La preocupación de la Santa Sede por lo que está ocurriendo en Venezuela es grande, ya lo anunció el Papá Francisco en el mensaje de pascua, cuando señaló que entre los países con problemas dramáticos en el mundo, el único país de este continente es Venezuela, lo cual ya es bastante significativo, aseguró monseñor Ovidio Pérez Morales, Obispo Emérito y Miembro de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Aseguró que la presencia de monseñor Richard Gallager, ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano a Venezuela es algo casual, porque viene a ordenar a un sacerdote venezolano como Obispo, y seguro que aprovechará para tomar contacto directo con la situación venezolana y con algún alto funcionario del Gobierno.
Admitió que la posición de la Santa Sede en el caso de Venezuela, es bastante cautelosa, aún cuando se sabe cuál es la posición del Vaticano en términos generales, a favor de la justicia, del encuentro entre los pueblos, las comunidades, a favor de la paz y de los derechos humanos.
-Esto es producto del tipo de gobierno que tenemos, no hay una sensibilidad religiosa y católica grande que haga beneficioso cualquier acercamiento por parte de la Santa Sede, sino que se mantiene una revolución que se identifica como de tipo socialista marxista, que por principio tiene en la religión y en el concepto de lo religioso una especie de opio del pueblo a lo cual hay que neutralizar y con lo cual hay que acabar.
En esto, dijo hay que ser sincero. “El mensaje del Papa no se dirige a un país en cuyo gobierno sea sensible, tenga los oídos bastante abiertos, sino con una postura ideológica muy cerrada y por eso no se tiene hasta la fecha ninguna reacción oficial frente a la carta del Papa, ni a los mensajes que el Papa ha dirigido. Esto es una especie de reflejo de lo que pasa internamente, El Gobierno tiene arrinconada a la Conferencia Episcopal, que es la representación institucional de la Iglesia en el país”, dijo Pérez Morales.
-Yo lo que le pido a Dios es que nos dé en este país el encuentro entre todos los sectores para tener una salida a los gravísimos problemas por los cuales está pasando Venezuela. Por otra parte, no podemos desesperarnos ante los problemas, pero creo que esto no va a permanecer por mucho tiempo. Se está exponiendo al país a ir a una debacle. Como que se prefiere que la gente se muera de hambre y no hay algo bueno que se haga, con el fin de conservar el poder, esa es una manifestación de soberbia-, afirmó.