“Aunque en este país puede pasar cualquier cosa, no tiene sentido que diputados democráticos, que han expuesto la situación venezolana en otros países, puedan ser declarados traidores a la patria, dijo Timoteo Zambrano, diputado al Parlamento del Mercosur (Parlasur), consultado telefónicamente desde la Redacción de EL IMPULSO.
En ningún momento esos parlamentarios han violado la Constitución y, por el contrario, lo que han hecho es precisamente para que se respete su articulado.
Para proceder a una declaración como la que están solicitando unos diputados afectos al régimen, tiene que haber un antejuicio por parte del Tribunal Supremo de Justicia.
Pero, hay que entender que las actuaciones de los diputados democráticos están ceñidas a tratados internacionales que tienen rango constitucional.
Aunque la situación que vive el país es muy delicada por la crisis institucional, política, económica y social, aún no hemos solicitado la activación de la Carta Democrática Interamericana.
Conviene señalar que el gobierno ha incumplido compromisos internacionales que tienen que ver con la aplicación de los estándares de la democracia.
Uno de los hechos más graves que tiene repercusión mundial es que hasta ahora han sido rechazadas todas las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional, las cuales están enmarcadas en la Constitución; pero, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia las ha tildado de inconstitucionales. Esta es una situación inaceptable en una democracia.
Venezuela está quedando muy mal ante la comunidad internacional. La comparecencia de la ministra Delcy Rodríguez en la OEA fue un fracaso, ya que su sarta de mentiras dejó en claro que el modelo económico ha fracasado en el país. Los países de la Organización que tienen embajadas en Caracas conocen bien la crisis que vive el pueblo. Saben que aquí no se consiguen alimentos, ni medicinas. Que los hospitales se encuentran colapsados y los pacientes mueren por falta de tratamiento.
También se sabe de la existencia de presos políticos y de la persecusión que ha desatado el gobierno contra la disidencia.
De igual forma se sabe en toda la comunidad internacional de que el gobierno quiere diálogo, como lo evidencia la negación del Presidente a las exhortaciones del Papa Francisco.Nosotros estamos listos para dialogar, pero no puede haber diálogo si la otra parte no quiere, dijo Zambrano. Ante los ojos del mundo, la oposición es democrática.