Todo lo expuesto por la ministra de Relaciones Exteiores, Delcy Rodríguez, en la Organización de Estados Americanos, en el sentido de negar la realidad de la crisis política, económica y social del país, son los que coloquialmente conocemos como “patadas de ahogado”.
Juega con el engaño y la justificación de sus políticas, dijo. Hacerle señalamientos al secretario general de la OEA, Luis Almagro, por hacer referencia a la posibilidad de activar la Carta Democrática Interamericana a Venezuela, evidencia claramente que ella no sabe de qué está hablando.
Porque esa resolución fue aprobada precisamente, entre otros, por el gobierno venezolano y, desde luego, tiene como propósito corregir situaciones de ingobernabilidad en un país, de violación de los derechos humanos, de los derechos económicos, de los derechos políticos, que esto es lo que ha venido ocurriendo en este régimen.
Se argumenta que en nuestro país los poderes están subordinados al Ejecutivo Nacional y la prueba más contundente es que desde que se instaló la nueva Asamblea Nacional, el propio Presidente de la República la ha desconocido y ha tenido el atrevimiento de darle órdenes al Tribunal para que declare inconstitucionales todas las leyes que aprueba.
Además públicamente da órdenes al Consejo Nacional Electoral para que un alcalde y ficha de su partido intervenga en la revisión de las firmas recogidas para solicitar el referendo revocatorio.
Pero, también tiene bajo su control a los otros poderes, que violan la Constitución.
El Presidente de la República viola tratados internacionales y los acuerdos aprobados que obligan a Venezuela a cumplir con una serie de derechos vulnerados todos los días.
Pretende esta ciudadana engañar a todo un continente, el cual está enterado realmente de lo que sucede día a día en Vënezuela.
La opinión de la señora, para impedir que se aplique la Carta cuando ha hecho serias observaciones el secretario general de la OEA, el señor Luis Almagro, a la situación que se ha venido viviendo en Venezuela.
Sus palabras no tienen credibilidad porque la realidad la desmiente totalmente cuando dice que aquí se ha importando tantos alimentos como para alimentar a unos 90 millones de personas. Sin embargo, lo que el mundo observa a diario, porque los videos no dejan de fluir a todas horas, es que la gente hace enormes colas para conseguir uno u otro producto de la dieta diaria. Y si hay ese alto nivel de importaciones es porque en Venezuela no se está produciendo nada. Queda muy mal parada.
