Las lentes de contacto han sufrido una evolución mínima desde su creación. A nivel conceptual y potencial, las lentes de contacto actuales son muy similares a las que podíamos encontrar hace unas décadas.
El ritmo de la industria está a punto de dar un giro de 180 grados. Y es que compañías como Samsung, Google o Sony ya están trabajando en nuevos modelos de lentes de contacto capaces de ofrecer algo más que una mejora visual o un cambio de color del iris.
Desde el laboratorio secreto Google X, surgieron las primeras lentes de contacto capaces de medir los niveles de glucosa del ser humano. Estas lentes utilizan sensores en miniatura y antenas más delgadas que un cabello humano para medir y compartir los niveles de glucosa en sangre.
Paralelamente, una pequeña startup conocida como Triggerfish también está trabajando en unas lentes de contacto inteligentes capaces de combatir el glaucoma, una enfermedad ocular que resulta en una pérdida de visión total o parcial con el paso del tiempo. Más concretamente, la misión de estas lentes de contacto es medir las variaciones de presión ocular, alertando tanto a su propietario como al médico en caso de detectarlas.
¿Ojos «biónicos»?
La propuesta de Sony resulta más tecnológica y menos “medicinal”: tomar fotografías con un simple guiño de ojos. Estas lentes de contacto fotográficas montarían diversos sensores capaces de transformar una lente de contacto convencional en una cámara fotográfica.
Entre las características más destacables de la patente solicitada por Sony destacan la posibilidad de hacer zoom, enfocar en diferentes zonas, ajustar la apertura e incluso compartir las fotografías de forma inalámbrica con diferentes dispositivos.
Por su parte, Samsung apuesta por la realidad virtual y la realidad aumentada, capaces de alterar los elementos de la vida cotidiana y de convertir la interacción con la tecnología en algo mucho más invisible y natural que nunca.
Más allá de las grandes compañías, hay universidades que se están adentrando en esta nueva tendencia. La Universidad de Michigan ha desarrollado lentes capaces de capturar todo el espectro infrarrojo, lo que permitiría gozar de visión nocturna.