CIUDAD DE MEXICO (AP) — Un juez federal consideró procedente la extradición del líder narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán a Estados Unidos, con lo cual se avanzó un paso más en un proceso que aún debe tener el aval de la cancillería mexicana.
El juez consideró que se cumplieron los requisitos legales en el tratado de extradición entre México y Estados Unidos, informó el lunes en un comunicado el Consejo de la Judicatura Federal.
La cancillería tiene ahora 20 días para determinar si concede o no la extradición de Guzmán y luego la defensa del capo aún puede interponer un juicio de amparo para intentar frenar su envío, lo cual puede retrasar semanas o incluso meses su posible entrega a las autoridades de Estados Unidos.
El propio Guzmán fue notificado de la determinación de juez la noche del domingo, dijo a The Associated Press una autoridad judicial, no autorizada a ser identificada por políticas internas que le impiden dar detalles de los procesos en curso.
Guzmán, considerado el líder del cartel de Sinaloa, fue repentinamente transferido el sábado del penal de máxima seguridad donde se encontraba a otra prisión federal cerca de la frontera con Estados Unidos, aunque el gobierno ha dicho que no tiene que ver con el proceso de extradición, sino que con obras para reforzar la seguridad de la cárcel en la que estaba.
El abogado de Guzmán, José Refugio Rodríguez, dijo a la AP que buscará evitar la extradición. «Esa es la estrategia legal», comentó vía telefónica.
Dijo que una vez que la cancillería resuelva la extradición, la defensa tiene 30 días hábiles para para promover el amparo.
Además, Rodríguez dijo que buscará que Guzmán sea devuelto al penal del Altiplano, bajo el argumento de que el traslado del fin de semana afecta una defensa adecuada, debido a que el juez que lleva su proceso no se encuentra cerca de la prisión donde actualmente está recluido.
«El Chapo» se fugó por primera vez de una prisión en 2001 y pasó más de una década como uno de los prófugos más buscados del mundo. Fue recapturado en 2014 y escapó al año siguiente del Altiplano.
Marinos lo arrestaron en el estado de Sinaloa en enero de 2016.
Guzmán fue regresado al Altiplano y las autoridades aumentaron las medidas de seguridad para él. Estaba bajo constante conservación con una cámara sin puntos ciegos instalada en el techo, mientras que las paredes y piso de la celda fueron reforzados con barras de metal y una capa de concreto de 40 centímetros (16 pulgadas). Las autoridades también le restringieron las visitas.
Sin embargo, la Secretaría de Gobernación señaló el sábado que se realizan nuevas obras para reforzar la seguridad del Altiplano, por lo cual se decidió llevarlo al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 9, en las afueras de Ciudad Juárez, frente a El Paso, Texas.