Más allá de ser un cantante popular, que recorre todos los días un lugar diferente, para transmitir un mensaje social sobre la realidad del país, Allende Alexander Montes, es un hombre que a través de su música busca ganarse la vida y el reconocimiento de los venezolanos a través de la sonrisa de los niños.
Haciendo magia, malabares, cantando, y dibujando, Montes ha participado desde hace aproximadamente 10 años en obras benéficas, donde hacer feliz a los más pequeños de la casa es su principal objetivo.
Recorriendo los rincones más pequeños de Venezuela, Allende se gana la vida entonando su voz al ritmo de diferentes géneros musicales interpretando temas de artistas nacionales en busetas, plazas, centros culturales, entre otros, donde las personas disfrutan de sus letras y les retribuyen su show por unos cuantos billetes.
Con el dinero que gana por sus actuaciones, le alcanza para viajar y comer, crear instrumentos musicales con materiales reciclados para luego venderlos, y así comprar juguetes tradicionales para regalarles a los niños.
Manifiesta que el hecho de ver cómo los infantes corren hacia él cuando lo ven hacer magia y que los padres los dejen, es “muy satisfactorio, porque no todas las personas dejan que sus hijos vayan hacia donde hay un extraño”.
La buena labor que realiza el “cultor popular”, así se hace llamar, ha servido para que empresarios lo tomen como ejemplo y ayuden a colaborar con las familias de bajos recursos.
“La idea de todo esto es demostrarles a los dueños de los negocios que si yo, que no tengo los recursos económicos suficientes, puedo sacarles una sonrisa a los niños con un poco de juguetes, ellos que sí tiene cómo hacerlo, que lo intenten, y que no dejen de hacerlo, porque a los pequeños hay que darles constantemente algo nuevo” dijo.