También llamado “Oro Verde”, representa lo exótico de la naturaleza encontrado con facilidad en muchos hogares venezolanos. Su amplia gama de beneficios y lo que representa dentro del equilibrio ecológico, la convirtió hace poco en la planta del milenio. Si todavía no está convencido de lucir uno en casa, en este interesante reportaje le daremos algunas razones para adquirirlo, valorándolo no solamente como elemento decorativo, sino también como un aliado del siglo XXI
El vocablo “bambú” está vinculado a varios orígenes. Unos, comentan que proviene del ruido que hacen al ser arrojados al fuego que, al explotar, suena “bam…boo”; otros, dicen que el nombre se debe a un error lingüístico de origen malayo, es decir, de Asia. A pesar de estas consideraciones, su nombre científico es Bambusoideae, y es una planta que pertenece al destacado grupo de las gramíneas, caracterizado por presentar tallos leñosos y dos tipos de hojas: las de las ramas, que son verdes y alargadas; y las del tallo de color marrón, un poco más pequeñas. Se da fácilmente en climas tropicales y subtropicales y dada la gran variedad de objetivos para los cuales puede utilizarse, ha adquirido un rol preponderante en la naturaleza y en la vida del hombre.
Por ello, gracias a la facilidad en el crecimiento de la especie, muchos países han adoptado su siembra en grandes extensiones con fines productivos, siendo además un elemento innovador en la construcción, en incluso, en la confección de tela y fabricación de papel.
Por otro lado en términos ecológicos, la “Planta del Milenio” nombrada así por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), cumple con la función de proteger las cuencas hidrográficas (regulando los caudales de agua); evita las erosiones por la particular forma de sus raíces; capta el agua de lluvia almacenándola para la época de sequia; y alberga un enorme potencial de diversidad biológica, entre las que destacan importantes aves y algunos mamíferos, que además se alimentan de ella.
Un gran aliado…
Actualmente, es uno de los materiales más utilizados en el ámbito de la construcción y la decoración. En el caso de la arquitectura, ha resultado ser un elemento con varios puntos a favor, entre los que destaca la capacidad de funcionar como regulador de la temperatura y la acústica dentro de un recinto. Por su parte, en la decoración, se ha venido utilizando para fabricar percheros, floreros y otros accesorios para el hogar, formando parte de cuadros o centros de mesa.
En 1984, se conforma la Red Internacional del Bambú (INBAR), un organismo intergubernamental dedicado a la promoción de proyectos de investigación y preservación de la especie. Esta agrupación que le apuesta al desarrollo sustentable, reúne a a miembros gubernamentales, privados y organizaciones sin fines de lucro para el trabajo mancomunado y la mejora de la situación social, económica y ambiental de comunidades vulnerables a través del uso del Bambú.
Canadá, Panamá, Cuba, Jamaica, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Venezuela, son los países que integran la Red INBAR, desarrollando tres importantes programas: el primero lleva por nombre “Sostenibilidad Ambiental” y busca demostrar y documentar los beneficios de bambú en la conservación del ambiente y la lucha contra la desertificación y el cambio climático; el segundo, conocido como “Medios de Vida y Desarrollo Económico” tiene como objetivo crear medios de vida sostenibles con emprendimientos donde se utilice el bambú a nivel local; y finalmente el tercero titulado “Comercio”, impulsando la transferencia de tecnología, la mejora de la calidad de los productos (en las fases de diseño y producción), y una comercialización responsable como mecanismo para mejorar las condiciones de negocios.
Para mitigar el cambio climático…
Como buen absorbente del Dióxido de Carbono (CO2), el bambú representa un excelente aliado para mitigar los efectos del cambio climático, además de ser de utilidad en la construcción de viviendas resistentes a desastres naturales por la flexibilidad que tiene.
Coosje Hoogendoom, Directora General de la Red Internacional del Bambú, señala que esta planta constituye un importante recurso para impulsar un desarrollo económico amigable con el ambiente, pues fácilmente puede conseguirse en África, Asia y diversos países latinoamericanos.
Información: www.lac.inbar.int