Frente a toda la situación de “crisis económica” que se vive en el país, el rol de la madre se ha visto incrementado en el número de horas de trabajo, desgaste psicológico y emocional.
La licenciada Hisveth Fernández dio a conocer que en sí, el papel de la maternidad ha sido mal interpretado por la sociedad, ocasionando que las mujeres asuman todas las tareas vinculadas a la reproducción humana y social, como el cuidar, educar, atender, recrear y proteger a los hijos. No obstante, la ocupación se agranda al tener que encargarse de su esposo y de todo el grupo familiar.
Así mismo relató que frente a una situación de crisis económica, en donde la sobrevivencia está en juego, la mujer tiene que asumir un mayor número de tareas. Ya que la responsabilidad no es solo hacer mercado, comprar la comida y estirar el sueldo; la madre tiene que involucrarse en largas colas, peligros y enfrentamientos para adquirir los alimentos.
“La madre tiene que sobrellevar la situación de la falta de alimentos, de medicinas, salarios que no cubren las necesidades, y hasta durar 24 horas en una cola o ir de lugar en lugar para conseguir los artículos regulados. En algunos casos, debe apoyar a los enfermos como si fuesen médicos, porque no hay acceso a los hospitales o laboratorios, porque están colapsados”.
Por defecto, las madres venezolanas se encuentran cansadas, agobiadas y enfermas al tener que vivir angustiadas las 24 horas del día. Enfrentando un estrés producido por la impotencia de no poder alcanzar su cometido en la búsqueda de alimentos, ya sea porque no los consiguen o no les rinde el salario.
“Situación que produce un desgaste emocional, un deterioro que atenta contra su salud. Psicológicamente las mujeres están ansiosas llenas de estrés, con mucha agresividad guardada, impotencia e incertidumbre sobre el futuro”.
La licenciada hizo hincapié en que el miedo y el terror que están viviendo cada una de las madres en este momento, afecta sus relaciones personales por completo.
“Una persona sumergida en un estrés de la envergadura que estamos viviendo, obviamente no puede tener un estado de ánimo sano, estable o natural. Perdiendo de esa manera la tolerancia en las relaciones humanas, llenándose de culpa al sentirse alteradas y no ser lo completamente buenas para sus hijos”.
Ser madre engloba infinidades de responsabilidades, desde el hogar, el trabajo y actualmente sobrellevar la situación crisis. Es necesario que creen un equilibrio en el tiempo para mantener la armonía y sentirse bien consigo mismas.
Por otro lado, Fernández explicó que el regalo más grande que puede tener todo ciudadano, en especial las madres venezolanas, es la salida pacífica de esta crisis que ha destrozado el aparato productivo Venezolano.
“El revocatorio sería el mejor regalo para cada una de las madres de esta nación, a manera de salir de un gobierno que durante 17 años nos ha hecho sufrir para poder sanarnos o alimentarnos”.
“Somos los valientes los que seguimos luchando”
Reina Pérez es una de las tantas luchadoras que cada día tiene que madrugar y esperar más de medio día en una cola para poder obtener el producto regulado en el día que le corresponde según el número de cédula. Relata que en la vida siempre hay que hacer sacrificios y que cada uno de quienes soportan dichas situaciones son personas valientes.
“Yo me apoyo en Dios para poder sobrellevar esta irregularidad que está viviendo nuestro país. No me dejo sentir mal o afectada por estar en estos momentos realizando una cola, lo hago con buena disposición y dejo en manos de Dios todos lo que está sucediendo”.
Le pidió a sus hijos como regalo que todos se encuentren en paz, tranquilidad y armonía frente al torbellino que está sobre Venezuela. “Tenemos que alimentar nuestro espíritu porque todos los males de la tierra acaban cuando partimos, pero el alma va hacia el padre”.
Dio a conocer que el mejor regalo que el gobierno le pueda hacer a Venezuela es el de buscar a Dios y así su visión sobre el trato de la humanidad cambiaría. “Todos deberíamos poner en práctica los mandamientos. Yo no me acato a la Constitución Nacional, sino a la ley divina”.
Testimonios
Olivia Dudamel: Sin cabeza para celebrar
No puedo pensar en celebrar en un momento como este, en mi casa tenemos varios enfermos de cáncer y no hemos podido conseguir las medicinas para el tratamiento. No deseo recibir ningún tipo de regalo material por parte de mis hijos ya que ellos también tienen sus propias necesidades que cubrir. Solo le pido a Dios que todos podamos tener salud, ese sería mi más preciado regalo en el Día de las Madres.
Inés Fernández: El aumento no ayudó
El reciente aumento del salario mínimo lo que va hacer es complicar la situación económica más de lo que ya está, porque los precios seguirán incrementando. No podré pasar el Día de las Madres con mi bebé porque me toca trabajar y lo que gano no alcanza para nada; casi todo se va pagando pasajes y algo de comida, ni siquiera una buena cantidad, solo para lo que alcanza el dinero o lo que pueda conseguir.
Zulay Rivas: Si toca cola la haría
Espero pasar ese día con mi familia, pero en caso de que pudiera comprar un producto regulado lo haría. Mi principal regalo sería que a nadie en mi familia le falte algo ni pasemos por ningún tipo de necesidad. Si pudiera pedirle un presente al Gobierno sería que se solucionara toda esta situación de crisis, a manera de que más nadie tenga que hacer cola. El mayor regalo que las madres necesitamos es paz y tranquilidad.
Leidy Carrasco: Lo que importa es la familia
A pesar de poseer una discapacidad visual, me dirijo a realizar mi debida cola de productos regulados cuando me corresponde. Para mí lo más importante es la familia y en este día solo espero pasar un buen rato reunida con cada uno de ellos. No estoy a la espera de ningún regalo, recibiré con mucho amor lo que esté en la disponibilidad de cada uno. Solo deseo que se regularice la situación que enfrenta el país.