El jinete larense Junior Alvarado, uno de tres fustas criollos presentes en la edición 142 del legendario Derby de Kentucky, en el hipódromo Churchill Downs de Louisville, culminó en la cuarta posición con el ejemplar Mohaymen en los 2.000 metros, a cuatro cuerpos y medio del vencedor Nyquist.
El vencedor fue guiado por el mexicano Mario Gutiérrez, era el máximo favorito y se impuso ante una asistencia de 167.227 personas, la segunda mayor cantidad de aficionados presentes en la historia de esta cita. Nyquist está invicto en ocho presentaciones y es el octavo ejemplar que gana el Derby sin haber perdido antes carrera alguna.
Alvarado, dueño de 1.216 victorias de por vida en Estados Unidos y 40 en lo que va de año, cumplirá 30 años el 20 de este mes y salió desde el cajón 14 con el tordillo entrenado por Kiaran McLaughlin en la primera aparición de su carrera en el Derby. Su debut en el norte se produjo en 2007 y corre desde el año 2005. Se ha asentado en el circuito de Nueva York.
A Nyquist, cuyo nombre proviene de un jugador de hockey sobre hielo, el sueco Gustav Nyquist (Detroit Red Wings), le escoltaron Exxagerator y Gun Runner y tras Mohaymen se ubicó Suddenbreakingnews en la quinta plaza.
El sexto ubicado fue Destin, guiado por el venezolano Javier Castellano, ganador de tres premios Eclipse al mejor jinete de Estados Unidos entre 2013 y 2015. Llegó a seis cuerpos y tres cuartos, mientras que el ejemplar Majesto, el de mayor acento nacional por pertenecer a Alejandro Ceballos, ser entrenado por Gustavo Delgado y guiado por Emisael Jaramillo, arribó distanciado en el escaño 18 a 37 cuerpos y medio.
La meta era emular la gloriosa actuación del “Monstruo” Gustavo Ávila en la edición de 1971, cuando llevó a Cañonero II a una improbable y épica victoria que puso el nombre de Venezuela en lo más granado del hipismo internacional. El tresañero entrenado por Juan Arias asombró al remontar desde el puesto 18 y ganar con ventaja de tres cuerpos y tres cuartos.
Luego Cañonero II ratificaría su calidad con una victoria en el Preakness Stakes pero no pudo hacerse con la ansiada Triple Corona debido a que ocupó el cuarto puesto en el Belmont Stakes, afectado por una infección en una de sus patas.
