La tarde y noche del miércoles los ánimos se caldearon en el norte de Barquisimeto y en Duaca ante el desespero de las personas por adquirir los artículos de primera necesidad, alimenticios y de limpieza, a precios regulados.
La situación más tensa se vivió en la capital del municipio Crespo, primero en un automercado ubicado en la carrera 6 con calle 14, donde, por la llegada de harina precocida, mujeres y hombres se congregaron ante el negocio, presionando para su venta.
El comerciante asiático alegaba no poder hacerlo sin la presencia de funcionarios del Sundde, y como estos se demoraban, un grupo intentó ingresar a la fuerza, además de protagonizar una manifestación en sus inmediaciones exigiendo comida.
Al sitio llegaron uniformados de la GN que lograron controlar la situación, aunque vecinos de la zona dijeron haber oído detonaciones, aunque sin precisar su origen.
Luego llegó la harina a otro negocio, en la avenida 11 entre 12 y 13 y se repitió la situación, con quema de cauchos y enfrentamiento entre los militares y los pobladores quienes, supuestamente, intentaban entrar a la fuerza para adquirir la harina precocida.
Supuestamente aquí también hubo detonaciones y detenidos además de uno de los militares lesionado.
Mientras eso ocurría en Duaca, en El Cují y Tamaca, madres y padres se congregaban frente a los negocios ubicados en la intercomunal con la finalidad de comprar artículos alimenticios y de limpieza a precios regulados, pero, por temor a saqueos, sus dueños optaron por cerrar las puertas hasta contar con la protección de la GN.
La mañana de este jueves, en la mayoría de los automercados había carteles en los que se advertía que “no se venderán artículos regulados hasta nuevo aviso”.
“No podemos seguir en esto, que cuando llegan los productos regulados no podemos vender la otra mercancía, además de que siempre estamos amenazados de saqueos”, dijo uno de los comerciantes asiáticos cuyo negocio permanecía cerrado.
En la vía de la Intercomunal hacia Carorita, en un abasto estaban vendiendo jabón de lavar, pero con una nutrida presencia militar, ante el temor de que en cualquier momento se registraran actos de violencia protagonizados por desesperados jefes de familias en busca de comida y artículos de limpieza.