Hace dos años, Mikel Villanueva tocó a las puertas del Deportivo Lara en busca de minutos de juego, después de pasar sin trascendencia por el Táchira, de su natal San Cristóbal. Aquí, de la mano de Rafael Dudamel, se hizo un hueco en la alineación titular como lateral izquierdo y fue una de las revelaciones del fútbol criollo.
Hoy, el tachirense cumple su gran sueño, al ser promovido desde el Atlético Malagueño hacia el Málaga, en la primera división española, en un contrato por los próximos tres años.
Ya se rumoraba sobre el ascenso de Villanueva al primer equipo, pero fue ayer cuando se hizo oficial. La página web del cuadro malaguista colgó un video y una nota sobre su incorporación al primer equipo.
“Muy contento, era lo que quería de verdad. Gracias a Dios se me dio la oportunidad y agradecido con el club”, soltó, de entrada, Villanueva al ofrecer sus primeras declaraciones como futbolista de la primera plantilla.
El oriundo de San Cristóbal, cuya historia es particular porque hasta los 18 años jugaba béisbol aficionado como campocorto y entró tarde al mundo del balompié, está en suelo español desde agosto del año pasado, como jugador del filial del Málaga. Allí ha sido titular indiscutible, aunque, a diferencia de como lo hacía en el Lara, en la demarcación de defensor central.
Su juego gustó tanto, que el Málaga decidió comprar su ficha -estaba cedido por el Deportivo Lara- y asegurárselo por tres campañas.
“No fue complicado, desde que llegué me arroparon bien”, respondió Villanueva cuando le interrogaron sobre el proceso de adaptación.
“Este año es increíble para mí y todavía no se acaba. Ahora viene la Copa América y el final de la Liga, y sé que voy a terminar con buen pie”, añadió el zaguero y lateral, que estaría en los planes del técnico malaguista para el encuentro de la próxima fecha, penúltima del campeonato, frente al Athletic Bilbao.
Compondrá un trío criollo en el Málaga con Roberto Rosales y Juanpi Añor.
