Guaros están arrinconados

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Caracas.- Los Guaros de Lara (0-3) quedaron contra la pared en la final de la conferencia Occidental de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) 2015-2016, al caer por tercera ocasión en fila contra los Cocodrilos de Caracas (3-0), 84-81, en duelo efectuado en el Parque Naciones Unidas de El Paraíso.

A pesar de iniciar el último cuarto con ventaja de 13 puntos y de haber jugado buena defensa durante los tres primeros cuartos, en los diez minutos de cierre el equipo se vino abajo y permitió 33 puntos, se hundió en pérdidas de pelota hasta en la salida a partir de la presión sauria e incluso apuró algunas decisiones en ataque que pagaron al otro lado al contraataque.

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El equipo crepuscular perdió 20 pelotas, erró siete de 19 tiros libres y cayó a pesar de tomar más rebotes (42-38), lanzar para 50 por ciento en triples (18-9) y haber permitido menos de 20 puntos en los tres primeros cuartos.

Parecía el banco de Néstor “Ché” García haber retomado la concentración que no tuvo en los juegos previos al defender, pero volvió a caer en lagunas, perdió confianza y claridad y los saurios le concretaron por tercer juego seguido una remontada con 50 puntos en una segunda mitad (54, 52 y 50 puntos respectivamente).

Cocodrilos, que lo pasó mal mientras Carl Elliott se pasaba toda la primera mitad sin puntos y el porcentaje de tiro era bajo, se recuperó en la segunda mitad y se quedó con un juego en el que falló 15 tiros libres y 20 de 24 tiros de tres puntos, pero en el que repartió 18 asistencias, robó 12 pelotas, perdió apenas 10, en gran medida por aprovechar las pérdidas (29 puntos), las segundas oportunidades (14), los contraataques (10) e incluso los puntos en la pintura (48-38).

De este modo a los crepusculares, que antes del juego dieron a conocer la salida de Terrell “Tu” Holloway y Dewarick “Dee” Spencer, están obligados a ganar cuatro veces para poder volver a la final de la LPB y cada partido, a partir del de esta noche a las 7.00, podría ser el último en caso de una derrota. Evitar el escobazo parece utopía debido a lo mal que se ha jugado en defensa. La LPB parecía encaminada a la reedición de una final Marinos-Guaros y de pronto está a un paso de una diferente.

 

La acción

La tropa de Néstor “Mamá Osa” Salazar salió con Carl Elliott, César García, Lenín López, Wendell McKines y Anthony Mitchell y los visitantes lo hicieron con Tyshawn Taylor, Andre Emmett, Luis Bethelmy, Damien Wilkins y Gregory Echenique. El primer parcial se lo adjudicaron los larenses por 24-15 de la mano de sus importados, que se combinaron para 18 de los primeros 24 puntos, encabezados por Taylor con nueve.

Salvo McKines, que metió cuatro de sus primeros siete tiros, los reptiles lo pasaban mal en ofensiva, al errar 10 de 13 entre el resto de la plantilla. Ese mal momento lo cortaron con un arranque de 10-0 en el segundo cuarto y los anfitriones pasaron al frente (25-24) hasta que un triple de Wilkins le devolvió el mando a Guaros (27-25). Triples de Windi Graterol y Rafael Guevara le dieron oxígeno a los del “Ché” para irse al camerino arriba, 40-34.

En el tercer cuarto se vio al Guaros más arrollador, de la mano de un Taylor que metería 10 de sus 23 puntos en esos minutos. Echenique aprovechó segundas oportunidades bajo el aro y Wilkins agregó otro triple. Elliott apenas anotaba sus primeros puntos para los de casa pero el visitante lucía crecido con ventaja máxima de 13 puntos (64-51).

Después de convertir un canasto en el parcial de cierre (66-51), entre César García y Anthony Mitchell anotaron 17 de los siguientes 19 puntos de los saurios para empatar el juego (70-70) ante un Guaros inerte, hundido en pérdidas y sin fluidez ni para atacar ni para defender.

El cuidado de la pelota fue nulo y por esa rendija, pese a interrupciones de un público que lanzó objetos contundentes y hielo a la cancha, Cocodrilos se apropió del cotejo y le dio un zarpazo a la necesaria reacción larense. Taylor perdió dos balones claves, uno en la salida y otro en un ataque inconcluso y pese a triples postreros de Rafael Guevara, los capitalinos no perdonaron.

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