A pesar de que en el 2016 han sido decretados dos aumentos salariales, el primero a partir del 1 de marzo y otro luego del 1º de Mayo, trabajadores de la administración pública aún devengan Bs. 9.648,18, salario que fue publicado en Gaceta Oficial el pasado mes de noviembre.
Decreto tras decreto, se solapan las escalas salariales de los sectores público y privado. Pareciera que el profesional con especializaciones es uno de los más afectados.
Al respecto, Servando Carbone, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público (Fentrasep), sostiene que – “si bien es cierto que los aumentos han sido publicados en gaceta aún no se han materializado”, ni se han aplicado los “ajustes forzados según escala”.
En tal sentido, precisó que los empleados públicos aún ganan el salario mínimo vigentes hasta el pasado mes de febrero y que los niveles profesionales no habrían sino ajustados a montos entre los Bs. 17 y Bs. 38 mil.
En la actualidad se encuentran entonces solapados en la administración pública, los salarios de los bachilleres (grado 1, 2 y 3 de los niveles 1,2,3,4); técnicos (grados1 y 2 de los niveles 1,2 y 3); y profesionales (grados: 1,2 y 3 de los niveles 1,2,3).
Salud en situación crítica
Rossana Prieto, del Sindicato de Empleados Públicos del Ministerio de Salud, señaló que el sector aprecia con preocupación que se generen aumentos de salario unilateralmente, los cuales no satisfacen la necesidad de los trabajadores. “El aumento es pírrico, frente a la inflación actual”.
Agregó que en el presente, un profesional puede devengar quincenalmente entre Bs. 5 mil y Bs. 6 mil, lo que no permite cubrir la canasta básica. En tal sentido, subrayó que el sector salud tampoco ha devengado el aumento salarial vigente desde el 1 de marzo.
Las finanzas de los trabajadores de la salud se complican aún más cuando inmediatamente incrementan los costos de productos y servicios un cuando ellos no han percibido las mejoras salariales.
Manifestó que en las escalas profesionales y técnica del sector devengan Bs. 9.648,18 de salario base.
Asimismo, Prieto subrayó que no todo el personal asistencial ha percibido pagos por bonos nocturnos, ni domingos ni feriados. Esto incluye enfermeras, personal de odontología y radiología y otros.
Aseveró que estos constantes aumentos afectan las contrataciones colectivas, sumado a que el sector, tiene desde 2001 vencida la propia.
-Como dirigentes sindicales preferimos que no se dé un aumento, que es falsedad ante los trabajadores, porque el Estado, que es quien impone esos aumentos no cancela al día, aunque sí exige esto a los privados.
Se afecta la academia
Devora Velázquez de Valecillos, presidenta de la Asociación de Profesora de la UCLA (Apucla) indicó que aprecian con suma preocupación que cada vez que se aumente el salario mínimo se impacte de manera negativa el sector universitario. En el caso de los docente a través de la intersescala.
-Están achicando la diferenciación y en ese proceso hay profesionales que lamentablemente quedan por debajo del salario mínimo.
Velazquez de Valecillos manifestó que estas condiciones propician la fuga de talento, comprometido, capacitado y con especialización, lo que también impacta de manera desfavorable en el proceso académico.
-Pedimos que se controlen variables como la inflación, que impiden que los sectores puedan alcanzar salarios dignos y calidad de vida… Las instituciones y los trabajadores nos encontramos a la deriva
Precisó que los auxiliares docentes, según tabulación , percibirían un sueldo menor al salario mínimo. El instructor II percibe Bs. 16 mil mensuales y su nivel de estudio es en proceso de postgrado.
En opinión de gremios y representantes sindicales, los sueldos actualmente devengados no se corresponden con las capacidades y responsabilidades de los trabajadores, debido a los solapamientos en las escalas.
Responsabilidades
Para Marcela Máspero , presidenta de la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), la responsabilidad de que el sector público, en su mayoría, devengue salario mínimo, es de el Estado, que ha “negociado contratos colectivos y suspendidos jornadas de trabajo, afectando enormemente a los trabajadores”.
Condenó la política gubernamental que aumenta constantemente los salarios por decreto y dijo que los movimientos sindicales, tanto de empresas públicas como privadas, deben actuar al respecto.
En tal sentido, señaló que el movimiento sindical tiene que exigir que hayan aumentos salariales, con base en el valor de la canasta alimentaria, una indexación, también aplicada a las tablas salariales, según porcentajes, porque “ de nada vale un aumento de salario mínimo, formado fuera de un diálogo consensuado entre sindicatos y sectores productivos generadores de empleo”.
Apuntó que el Estado debe aplicar políticas que estimulen la generación del empleo, y no acabar con este.
Asimismo, precisó que las empresas, a fin de no permitir el solapamiento de sus profesionales, que generan desestimulo, deberían aplicar, en conjunto análisis con sus representantes sindicales, mejoras salariales, a la par de los decretos presidenciales de aumento salarial.