Con el Amadís de Gaula se inicia en España la expresión fantástica de la literatura medieval. Son narraciones caballerescas que cuentan historias maravillosas al estilo del medievo. El Amadís llena todo un ciclo de la cultura europea.Los lectores de esta obra anónima se extienden por los siglos XIV, XV y XVI. Con la aparición en el S. XVI del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha se cierra el ciclo de las novelas de caballería. El propósito de Miguel de Cervantes con el Quijote era el de acabar con las novelas de ficción por mentirosas. Pero no solamente lo consigue, sino que con su ingenioso Don Quijote suplanta la novela de caballería por el ingenio de la caballería cuyo caballero andante se ha entronizado en el tiempo de manera que ilumina con su visión de información renacentista lo que habrá de ser la vida del hombre hasta la actualidad.
A las hazañas narradas en el Amadís de Gaula le siguieron una caterva de obras que confiaron en su continuidad: Esplandian, Florisando, Lisuarte de Grecia, Amadís de Grecia, Florisel de Niquea, Rogel de Grecia, Silves de la Salva. El Amadís narra la historia del rey Perión. Todas las obras citadas mueven el mismo tema de los caballeros andantes, pero con aventuras diferentes.
Dice Cervantes en el prólogo de la primera parte de la obra: “Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de Don Quijote”. El autor anticipa con esta información, en el desarrollo de la narración, que el padre o autor es el célebre Cide Hamete Benengeli.
El nombre de “novela” se institucionaliza en Italia a fines del S. XIV; se había tomado como modelo para la denominación, El Decamerón de Boccacio. Se deduce que el término “novela” se le concedió entonces a las narraciones cortas como las que figuran en El Decamerón. El Quijote que viene del S. XVI, se le denominaba en su época “Ingenio”; nombre tomado por Cervantes después de haber leído una obra del doctor Juan Huarte de San Juan. Sin embargo, hoy la gente la conoce como novela.
Cervantes perfecciona en su obra la técnica del diálogo y desarrolla procedimientos aplicables destinados a explorar la psicología de los personajes. La narración hasta después del Quijote continuó siendo exterior, se narran hechos, sucesos, hazañas, empresas fantásticas como el caso del encantador que rapta de la biblioteca los libros del Quijote; o, como la narración en donde un caballo de madera llamado Clavileño, en cuyos lomos don Quijote y Sancho viven con sus miedos la más original de las aventuras.
Fueron las novelas de caballería las que aportaron el tema a Cervantes, pero con el definido propósito de acabar con ellas.
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