Las familias de La Ruezga Sur, La Cruz y Juan Sánchez, sectores al norte de Barquisimeto, cumplieron este lunes varios días sin recibir una gota de agua, por tuberías, lo que les llevó a la desesperación y a protestar cerrando durante más de dos horas la avenida Intercomunal hacia El Cují y Tamaca.
Lo hicieron poco después de las diez de la mañana, cuando, por quinto día seguido, se encontraron sin el vital líquido, necesario para la preparación de los alimentos del mediodía.
“Aquí nunca se iba el agua, pero desde hace algunos días empezó el problema, supuestamente porque un señor que vive allá arriba tiene una toma clandestina que no se la han podido eliminar”, dijo una de las amas de casa manifestante.
Supuestamente como esa hay otras en la zona que la utilizan, incluso, para riego y el lavado de vehículos.
El grupo colocó restos de árboles en ambos sentidos de la avenida, impidiendo el tránsito automotor, lo que, como era de esperarse, originó congestionamiento, en especial en la intersección Pata e’ Palo de la avenida Libertador.
Conforme se acercaba el mediodía, el problema del tránsito en el sector se iba haciendo más crítico y a quienes iban hacia el norte no les quedaba más remedio que buscar vías alternas, por barrio Unión o hacia la urbanización La Concordia y quienes se dirigían al centro lo mismo.
“Aquí vamos a estar hasta que venga alguien de Hidrolara y nos solucione el problema de la falta de agua porque sin agua no podemos preparar la comida, ni el alimento para los niños”, expresó otra de las mujeres.
Dijo que no están en condiciones de estar comprando el líquido a los camiones cisternas porque algunos de los jefes de familia están desempleados, además de que les venden muy caras las pipas.
“Y ahora esa gente porqué está protestando, por gas, por agua, por seguridad, por comida?, se preguntaba el conductor de una camioneta mientras retornaba hacia la Libertador.
Sobre todo procedentes del norte, de la misma urbanización popular, San Jacinto, La Cañada, El Cují, Tamaca, Uribana y los caseríos ubicados en la carretera hacia Duaca, los colectivos llegaban hasta el sitio del cierre donde los pasajeros bajaban y cruzaban caminando los escombros hacia sus destinos.
Algunos utilizaban el serrvicio de los mototaxistas para llegar más rápido.
“No todos tenemos recursos como para estar pagando mototaxis cada vez que a una gente le de por cerrar la intercomunal y no nos queda más remedio que caminar.
De acuerdo a Lucila Colmenáres, son más de 380 las familias afectadas en La Ruezga Sur, y barrios La Cruz y Juan Sánchez, aunque no todas estaban participando en la protesta porque algunas se habían retirado a sus casas a ver como se las ingeniaban para recoger algo de la lluvia.
Al lugar llegaron funcionarios policiales con la intención de convencerlos de levantar las barricadas, lo que hicieron sólo cuando llegó un representante de la hidrológica y escuchó sus quejas, prometiéndoles la búsqueda de soluciones para que el agua vuelva a salir permanentemente por los grifos y no tengan que volver a salir a protestar.
En esta oportunidad la de La Ruezga Sur, Juan Sánchez y La Cruz se prolongó hasta el mediodía, aunque los vecinos no descartan que, de no concretarse la solución definitiva al problema, vuelvan a la calle en cualquier momento.