Los drones y los automóviles no son los únicos que podrían algún día funcionar en forma autónoma. Agregue los barcos a esa lista. Y no descarte que hasta los transoceánicos puedan algún día recorrer el mundo sin capitanes ni tripulación.
El Pentágono exhibió el lunes el barco experimental autónomo más grande construido hasta ahora: una nave de 40 metros (132 pies), capaz de recorrer 10.000 millas náuticas por sí sola en busca de submarinos y minas submarinas.
El brazo de las fuerzas armadas abocado a las investigaciones, la Agencia de Proyectos Militares de Investigación Avanzada (Defense Advanced Research Projects Agency, o DARPA), conjuntamente con la Armada harán ensayos con el barco frente a la costa de San Diego en los próximos dos años para ver cómo se maneja entre otras naves y si puede evitar choques. A diferencia de otras embarcaciones que funcionan a control remoto, el «Sea Hunter», como se llama, puede operar por sí mismo.
«Esto no es un video juego», afirmó el vocero de DARPA Jared B. Adams, parado frente a la nave de acero de aspecto futurístico, anclada en una terminal en el corazón de la zona de astilleros de San Diego.
«Sea Hunter» usa radares, sonares, cámaras y sistemas de posicionamiento global. Los barcos autónomos apoyarían otras misiones y evitarían que los marinos corran riesgos, indicó Adams.
La industria naviera comercial estará observando de cerca los progresos del barco durante este período. Empresas navieras de Europa y Asia han estado analizando la creación de flotas de barcos autónomos para reducir costos y atravesar zonas plagadas de piratas.
En esta fase experimental, el barco tendrá a mano operadores humanos como reaseguro. Pero cuando demuestre que puede manejarse por sí mismo, operará en forma autónoma y permanecerá en el mar meses enteros. Con sus dos motores diésel, podría llegar hasta Guam, según los diseñadores. Por ahora no se planea colocar armamentos a bordo.
«Hay un montón de potenciales ventajas que todavía estamos analizando», dijo el director del programa Scott Littlefield.
El sector comercial, mientras tanto, debate si es posible construir un barco robot lo suficientemente seguro. La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, que representa a más de la mitad de los marineros del mundo, dice que no cree que la tecnología sea capaz de reemplazar la capacidad humana de prever y reaccionar a los distintos peligros del mar.
Otros han expresado preocupación de que hackers tomen el control de las naves. Los militares están tratando de desarrollar sistemas a prueba de hackers y dicen que es posible construir barcos invulnerables a esos peligros.
El «Sea Hunter» fue construido frente a la costa de Oregon y transportado en barcazas a San Diego. El prototipo puede viajar a casi 50 kilómetros (30 millas) por hora y está equipado con una serie de sensores y de sistemas ópticos para detectar otras naves.