Los congresistas republicanos están empezando a aceptar, e incluso a abrazar, lo que antes parecía impensable: apoyar a Trump como candidato a presidente. Incluso quienes al principio apoyaron a otros aspirantes, dicen que postular al empresario empieza a lucir inevitable y que deben aceptar la voluntad de los electores.
Tras la estela de triunfos del empresario en las primarias de cinco estados del este del país esta semana, cada vez más legisladores dicen que la posible nominación de Trump tiene un aire de inevitabilidad.
Algunos argumentan que deberían respaldarlo ahora en lugar de interponerse en su camino, mientras otros dentro del aparato del Partido Republicano siguen intentando ponerle obstáculos.
Algunos legisladores sostienen que respaldar a Trump podría ser la única esperanza para frenar a la precandidata que más probablemente gane la nominación demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, en las elecciones presidenciales de noviembre.
«No entiendo. O sea, el lema no debe ser ‘Nunca Trump’ sino ‘Nunca Hillary’. Nunca, nunca, nunca Hillary. Vaya. Despierten y huelan el café», opinó Mike Kelly, representante por Pennsylvania, quien a principios de esta semana votó por Trump, junto con todos los miembros de su familia y un 57% de los republicanos que votaron en las primarias de su estado.
«Nunca he visto a un partido atacar a uno de sus propios precandidatos con esta agresividad», agregó Kelly al referirse a las figuras del establishment republicano que se oponen a Trump.
Algunos líderes republicanos han pronosticado que una candidatura de Trump podría significar un desastre electoral para su partido, que ayudaría a los demócratas a ganar de nuevo el control del Senado e incluso ganar escaños republicanos en la Cámara de Representantes.
Señalan que los comentarios despectivos de Trump hacia las mujeres y las minorías han contribuido a que Trump tenga altos índices de rechazo entre los votantes en general.
Sigue siendo incierto si Trump juntará los 1.237 delegados necesarios para asegurarse la nominación antes de la convención republicana en Cleveland en julio. Si no lo logra, el senador por Texas Ted Cruz espera hacer jugadas que le permitan ganar la nominación a medida que avanza la votación.
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