Humberto “Beto” Perdomo, carismático y pintoresco narrador deportivo, falleció anoche en Caracas, producto de una penosa enfermedad. El experimentado relator sufría quebrantos de salud desde la semana pasada, al punto de que en algún momento requirió donantes de sangre.
Su hija, Celina Perdomo, había informado días atrás que “Beto” mejoraba y presentaba buen semblante, pero los embates de la enfermedad que padecía le sacaron de juego para dejar un profundo vacío dentro del mundo de los micrófonos deportivos.
Se le conocía por sus pegajosas frases: ¡Es un bombo!, ¡Y la botó! ¡Esto está feo, muy feo! y ¡Llamen a sus amigos y díganle!, entre otras, que le valieron la simpatía de miles de fanáticos, quienes le disfrutaron en los circuitos radiales de Magallanes, La Guaira y Cardenales, sin olvidar su paso por Venezolana de Televisión y Meridiano Televisión.
Destacó en los relatos del béisbol, pero también lució en la descripción de boxeo, tanto en radio como en televisión, amén de ser un amante del golf, del que era jugador activo en las categorías máster.
Diversas fueron las reacciones a través de las redes sociales de colegas y seguidores, que le describieron como un narrador de estilo único y que marcó huella dentro de los medios nacionales.
