La decisión de racionar electricidad y suspender días laborables y académicos es terriblemente difícil, riesgosa y costosa políticamente, asegura el economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, a través de su cuenta en Twitter @luisvicenteleon.
Asegura que los riesgos de convulsión social se exponencian, frente al desagrado, la molestia y la rabia de una población racionada en un servicio clave, agregando que no hay ninguna forma que el presidente y el gobierno no salgan de estas suspensiones demolidos a nivel de respaldo popular.
Advierte que la suspensión de días laborables es un intento, pobre, de atajar una crisis eléctrica dramática, que conlleva grandes costos políticos. Asimismo alerta que sería una locura asumir enormes costos de racionamiento, con el objeto de parar una recolección simple que ocurrirá fácilmente con o sin luz.
Precisando por otra parte, que el efecto secundario del racionamiento es más motivación al deseo de cambio, que estimulará firmas, canalizando energías, por lo que sería entonces absolutamente contraproducente, presentar abiertamente el drama de su ineficiencia para bloquear firmas, aseguró el presidente de Datanálisis en las redes sociales.