Confrontado a un creciente malestar popular por los apagones y la escasez, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enfrenta el desafío de una oposición que comenzó este miércoles a recolectar a toda marcha firmas para activar un referendo revocatorio contra su mandato.
Con la administración pública paralizada, debido a que Maduro le ordenó trabajar sólo lunes y martes para ahorrar energía, y cortes de luz de al menos cuatro horas en casi todo el país, la crisis eléctrica se hace más evidente, y abrió algunos focos de violencia.
En Maracaibo, segunda ciudad venezolana (noroeste), ocurrieron la noche del martes -al igual que el lunes- algunas protestas y saqueos en un mercado popular, una tienda, una panadería y otros comercios; también hubo pequeños incidentes en un sector de Caracas y en tres ciudades del norte, según reportes de pobladores.
«La situación está muy tensa, hay sectores con hasta 10 horas sin electricidad, esto ha desatado otros malestares», declaró a la AFP desde Maracaibo Doris Falcón, administradora de un instituto de capacitación.
Maduro ordenó a las fuerzas de seguridad evitar desórdenes. «El que intente violencia frente a una circunstancia como esta (…), hay que caerle con todo el peso de la ley porque estaría cometiendo graves crímenes contra la seguridad y la patria», advirtió.
Los apagones programados de cuatro horas diarias en buena parte del país -que no incluye a Caracas- comenzaron el lunes por 40 días para encarar una sequía provocada por el fenómeno El Niño, que tiene a punto del colapso el embalse de la hidroeléctrica Guri, que genera 70% de la electricidad del país.
Además de la jornada reducida en el sector público, los niños no tendrán clases los viernes, y los centros comerciales y hoteles -grandes consumidores- deben generar su propia electricidad.
Para aprovechar más la luz del día, a partir del próximo domingo se adelantarán los relojes 30 minutos, volviendo al huso horario de cuatro horas menos respecto del meridiano de Greenwich (-04H00 GMT).
Revocatorio contra la crisis
Los cortes de luz han causado malestar en una población aquejada por la escasez de alimentos y medicinas, alta inflación (180,9% en 2015) y una violencia delictiva que prácticamente impone toques de queda en sectores de algunas ciudades, incluida Caracas.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró en enero y febrero 1.014 pequeñas protestas en todo el país y 64 saqueos o intentos de saqueo.
Maduro atribuye la crisis al derrumbe de los precios del petróleo y a una «guerra económica» de empresarios de derecha para desestabilizar a su gobierno, pero la oposición culpa al modelo socialista.
Empeñada en sacar a Maduro del poder, la oposición, mayoría en el Parlamento por primera vez en 17 años de hegemonía chavista, recoge este miércoles las poco más de 195.000 firmas que activarán el referendo, tras ser autorizado el lunes por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«Vine a firmar para acabar con esta anarquía. Faltan medicinas, trabajo, educación, y ademas el problema eléctrico. Tengo familia en el interior del país y sufren por los cortes», afirmó a la AFP Miriam Leal, de 54 años, en un puesto de recolección de rúbricas del este de Caracas.
Al llegar a firmar, el ex candidato presidencial Henrique Capriles, quien perdió las elecciones contra Maduro en 2013 por apenas 1,5 puntos, señaló que este es un «revocatorio contra la crisis».
«En tiempo récord»
La oposición teme que el gobierno use tácticas dilatorias, sobre todo ahora con el sector público semiparalizado, para que el referendo no se realice antes del 10 de enero de 2017.
Ese día se cumplen cuatro años del periodo que inició Hugo Chávez y que, tras su muerte en marzo de 2013, está completando Maduro.
Si el revocatorio ocurriera después de esa fecha y lo perdiera Maduro, la Constitución prevé que el vicepresidente -nombrado por el propio presidente- lo reemplace. Si es antes, habría nuevas elecciones presidenciales.
«Es lo que le conviene al chavismo, además de que es la interpretación lógica y real. Maduro no fue electo para un período nuevo sino para completar el período de Chávez», indicó a la AFP Eugenio Martínez, especialista en temas electorales.
Capriles aseguró que la oposición recogerá las firmas «en tiempo récord, en horas», a fin de que el referendo se realice en noviembre o a fines de diciembre.
Según el proceso, si el CNE valida esas primeras 200.00 firmas, debe autorizar a la oposición a que recolecte luego cuatro millones de rúbricas (20% del padrón electoral) exigidas para convocar el referendo, el cual removería a Maduro en caso de lograrse un voto más de los 7.587.532 con que fue elegido.