Para recordar: “Yo, el Eterno que hice todo, que hice los cielos… que frustro las señales de los adivinos, y enloquezco a los agoreros; que trastorno a los sabios y desvanezco su sabiduría” (Isaías 44:24, 25).
Fe de errata: En artículo anterior, el No. 535, con fecha 20/04/16, colocamos en nuestro texto inicial Gálatas 2:20 y lo correcto es: Santiago 2:20. Vale decir que en Gálatas 2, Pablo aclara: No es por obras, sino por Jesús que nos salvamos. Pero, Santiago reafirma que la “la fe sin obras en muerta”. Y damos gracias a Dios, por quienes nos ayudan a corregir a tiempo, antes que se convierta en algo extemporáneo.
Por definición, el adjetivo extemporáneo, según Google.com.co: Es algo “…inadecuado o inconveniente por inoportuno. O, que es impropio del tiempo en que se produce u ocurre”.
En diferentes profesiones se usa el término extemporáneo; inclusive es uno de los métodos usados en presentaciones orales, según lo señalado en: www.ehowenespanol.com, escrito por Robert, Calia, s/f (sin fecha).
Hablando de extemporáneos, nos tomamos la libertad de mencionar a funcionarios, que pertenecieron al gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez, quienes justo el 21 de septiembre de 2015, aparecieron en algunos medios, bajo el título: “El partido Marea Socialista informó sobre las denuncias emitidas por Héctor Navarro y Ana Elisa Osorio” (www.el-nacional.com/politica/Exministros-chavistas-denuncian-corrupcion-organismos_0_706129632.html).
Tales funcionarios, según documentos, dijeron: “Estamos aquí haciendo presencia para consignar… pruebas y nombres de los corruptos”. Junto a ellos, aparecen los nombres de Edmée Betancuourt, Jorge Giordani, quienes también denunciaban el defalco por el orden de 20.000 millones de dólares y 215.000 dólares (respectivamente) ¿Se ha hecho algo?
Hay otro documento (alude a un libro recién publicado), que lo calificamos de extemporáneo y agorero, y aparece en Internet, bajo el título: “Las brujas de Chávez”, según: elmundo.es/internacional/2016/04/12/570d18cfe2704ebf478b456c.html.
La información, revela “la obsesión del desaparecido presidente de Venezuela por consultar videntes, hacer sesiones de ‘ouija’ y hasta practicar rituales de santería cubana y añaden: En el Palacio presidencial de Miraflores se hacen rituales de espiritismo», dice el autor.
Lo anterior es una triste realidad, pero Dios, según texto inicial, creador del cielo y la tierra, está dispuesto a trastocar la obra de los adivinos, sortílegos, espiritistas, sabios y agoreros.
Por su parte Elena de White, recibió cartas de ministros (pastores) y laicos preguntándole: ¿será malo consultar a “médico espiritistas y clarividentes”? y ella contestó: “No pocos, en esta era cristiana y en esta nación cristiana, recurren a los malos espíritus, antes que confiar en el poder del Dios viviente (Joya de los Testimonios, tomo 2, p.52).
La autora citada, en el mismo capítulo se pregunta: “¿Por qué están los hombres tan poco dispuestos a confiar en Aquel que creó al hombre, y que puede por un toque, una palabra, una mirada, sanar toda enfermedad?”
No deberíamos apoyar a hombre y mujeres, que gobiernan nuestro mundo, quienes estén alejado de los caminos de Dios, quienes
buscan primeramente a Satanás, magos, agoreros, antes de seguir al creador del cielo y la tierra.
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