A muchos les sorprendió el primer día de cortes programados del servicio eléctrico, bien porque llegó a sus manos la información no acorde a la realidad o simplemente porque desconocían que ahora la luz se iría bajo unos parámetros formales.
Lo cierto es que se cumplió lo previsto, al menos en los sectores en los cuales el equipo periodístico de EL IMPULSO hizo el monitoreo en horas de la tarde de ayer, como fueron el barrio 23 de enero de Barquisimeto y parte del municipio Palavecino en las inmediaciones de la avenida Universidad.
Ayer los habitantes del barrio 23 de enero aguantaron un apagón más desde las 12:00 del mediodía hasta las 4:00 de la tarde.
El señor Rafael López, en medio de su pesimismo por la situación general del país, refirió que al menos espera que con los cortes programados, con más organización, se pueda evitar que se quemen los equipos y se tomen distintas previsiones.
Dice que aún no se imagina lo difícil que será pasar por el horario de la madrugada sin luz, “entre calor y zancudos”.
Manifestó que un corte de electricidad en horas de la noche en ese sector tocado por la inseguridad, implica encerrarse en la casa muy temprano.
En conclusión, no cree que será fácil para el venezolano acostumbrarse a tantas limitaciones, incluidas las colas para comprar comida “cuando no es algo a lo que precisamente estamos acostumbrados”.
“Tertulias” en Palavecino
Sin luz en las casas ni negocios, las sillas para sentarse en espacios exteriores fueron de gran utilidad. Hubo tiempo desde las 3:30 pm hasta las 7:30 pm para las tertulias y como dijo una vecina hasta “chismear”.
En sectores como María Teresa del Toro y la Urbanización Jacinto Lara de Palavecino, una gran parte de la tarde no hubo trabajo, así lo expresó el carpintero Luis Mendoza quien a pesar de su disposición para trabajar la sierra, la vibradora, taladro, trompo y todo lo pertinente a su actividad era imposible. En este sentido los pedidos de cocina empotrada y closet, iban a experimentar un atraso.
La situación no fue distinta en el frigorífico La Catalana II en la Urbanización Chucho Briceño, donde no estaban para nada preparados en función de tomar previsiones por el racionamiento después de las 3:00 de la tarde, justo a la hora en la cual abren el negocio para vender carnes y productos de charcutería, porque tenían la información errada.
Sin embargo, Magali Apostol, encargada del establecimiento, a las 6:00 de la tarde comentó que decidieron trabajar aún en esas condiciones.
“De haber sabido el racionamiento de hoy quizá pico costilla y muelo carne que es lo más pedido, pero tuvimos que vender sólo lo que se puede picar a mano. Es decir hoy (ayer) no vendimos carne molida ni charcutería, productos que deben ser picados con una sierra, pero si el cliente quiere así, se les vende el jamón completo sin rebanar”, comentó.
Por su parte, el vendedor de frutas del negocio que está frente al frigorífico, dijo que no puede someter la nevera a un constante abrir y cerrar porque las frutas y aliños se marchitan y no abrió el negocio.
En la Zona Industrial I de Barquisimeto, algunas empresas parecen contar con beneficios que les confiere bordear organismos como el hospital del Seguro Social Pastor Oropeza y el CICPC, donde la luz no puede fallar.
Tal es el caso de Electro Forjasmeica, empresa de venta de materiales de electricidad y construcción y Happy Motors, pues no cuentan con ninguna planta para operar durante el racionamiento y en el caso de la primera empresa son fabricantes.
“Un cliente no espera más de 15 minutos por una factura”, dijo el encargado de Happy Motors quien señaló que les podría tocar el viernes racionamiento, aunque no están seguros, pero de ser así el corte que les corresponde esos días en la mañana les afectaría demasiado, porque el último día de la semana venden mucho más que otros y no habría manera de facturar; en este caso se perderían las ventas.
