Cansados de tantas inspecciones, documentos y promesas, docentes, padres y representantes de la unidad educativa Los Sauces, dependiente de la gobernación, decidieron llamar la atención de la opinión pública sobre los problemas que están padeciendo y muy temprano cerraron la carretera hacia y desde El Manzano y Río Claro.
Se trata de una institución educativa con más de 200 alumnos que tiene todo tipo de problemas, de acuerdo a su directora, Andreína Suárez y al representante Carlos Pérez.
Explicaron que, para comenzar, el pozo séptico colapsó por el tiempo en servicio y han resultado inútiles las gestiones ante la gobernación para que les solucionen el problema que amenaza la salud de niños y adultos.
Además, está el caso de los baños, inutilizados también por falta de agua; la basura que no pasan a recogerla, la inseguridad reinante, el comedor, que no funciona desde el año pasado, y algo muy grave como es el de la electricidad.
Pérez explicó que el sistema eléctrico también colapsó y representa un peligro para todos: estudiantes, docentes y obreros, pues se han presentado frecuentes cortocircuitos.
La profesora Andreína Suárez dijo que un particular les donó cables y otras instalaciones para hacer las correcciones necesarias, pero desde Corpoelec no se han decidido a actuar.
“Quizás están esperando, Dios no lo quiera, que alguien se electrocute para actuar”, dijo una representante presente.
Cansados de tanta indiferencia, a las seis de la mañana colocaron obstáculos en la carretera, frente al Club Luso, impidiendo el tránsito automotor.
“De aquí no nos movemos hasta que venga el Gobernador para que sepa lo que está pasando con la escuelita de Los Sauces”, afirmaba una de las manifestantes mientras uniformados de la Guardia Nacional y policía permanecían resguardando el sector.
Como siempre, quienes viajaban de pasajeros debían caminar, pero los de vehículos particulares no tenían más remedio que esperar pacientemente, o regresarse a El Manzano, Río Claro o Barquisimeto.
Al lugar llegaron algunos funcionarios de la gobernación, pero ninguno pudo convencerlos para que levantaran la protesta.
“Es que ya nos han engañado otras veces, se van y no hacen nada por la escuelita”, dijo otra manifestante.
El cierre de tan importante arteria vial se mantuvo hasta poco después del mediodía, luego de una reunión en la que se habría logrado un acuerdo.
Sin embargo, la comunidad advirtió que si no les solucionan los problemas de cloacas, comedor, sistema eléctrico y seguridad, en cualquier momento saldrían nuevamente a protestar para que los niños de la zona puedan disponer de ambientes saludables y seguros donde estudiar.