Reinaldo Rojas estaba desaparecido desde el jueves a las 10:00 de la mañana, sus familiares lo estaban buscando por hospitales, ambulatorios y comisarias, sin conseguir ningún tipo de información. Tenían la esperanza de que se tratara de algún problema médico y que se encontrara con vida.
Ese anhelo se desvaneció después que una de sus hermanas se trasladara el viernes en la tarde hasta la comisaría de Fundalara donde le indicaron que había encontrado un sujeto sin signos vitales por el sector el Ujano.
Los familiares se trasladaron hasta el lugar donde confirmaron que se trataba de Reinaldo, al verlo de cerca notaron que no tenía heridas por arma de fuego o arma blanca y los funcionarios les informaron que se trató de asfixia mecánica. Parte de su cuerpo mostraban signos de que había sido torturado o duró mucho tiempo maniatado a la altura del cuello.
La hermana desconoce lo sucedido, lo último que supieron de él es que salió ese jueves a comprar los insumos para su puesto de venta de comida rápida en la calle 32 con 31. Tenía cuatro hijos y se encontraba separado de su pareja.
Los familiares el sábado en la mañana esperaban a las afueras de la morgue del Hospital central Antonio María Pineda que le hicieran la autopsia correspondiente para determinar si realmente fue por asfixia o si hubo otra causa. En el lugar también se comentó de manera extraoficial por conocidos del occiso que éste había sido sometido por funcionarios policiales, quienes se lo llevaron en un vehículo.