El régimen iniciado por Hugo Chávez, definido primero como proceso bolivariano, después revolución y luego socialismo del siglo 21, comenzó al mismo tiempo con lo que se denomina neomilitarismo.
Al analizar las consecuencias de este hecho, el doctor José Machillanda, coronel del Ejército (retirado), profesional del Derecho y profesor universitario, indica que la institución castrense deliberadamente ha cambiado sus funciones.
El hoy difunto mandatario creó el momento político militar revolucionario, con el objeto de mutar y transformar una organización profesional en una organización que primero se hizo gobierno y después se ha convertido en instrumento al servicio del Ejecutivo Nacional.
Esto significa que el grupo de hombres formados, instruidos y capacitados para la defensa, hoy están convertidos en sujetos, equipamiento y uso de todo el instrumental militar para funciones gubernamentales.
¿Cómo lo ha hecho el actual régimen?
– Comienza con el muy mal recordado y doloroso evento llamado el Plan Bolívar 2000 y a partir de allí inyectándole, por vía presidencialista, recursos a los comandos de unidades de combate y comandos de mando superiores. Se le fueron dando tareas de manera incrementada e impositiva cada vez más a las organizaciones de aire, mar y tierra, al extremo de que hoy el elemento que se llamó estamento militar durante el período extendido desde 1958 y 1999, sea un partido político en armas.
Claramente, se ha desviado su responsabilidad por la defensa -el estudio de la geopolítica, de la geoestrategia y geoeconomía- y en la actualidad se ocupa por resolver problemas de política interna.
Es así como ha venido perdiendo sus rasgos, sus características, su profesionalismo, su estructura y sus principios rectores para ser unas fuerzas armadas proclamadas chavistas, socialistas y revolucionarias.
¿Están enmarcadas en la política cubana?
– Evidentemente, este elemento que ha buscado a ser dependiente del gobierno y que depende directamente de las disposiciones del Presidente de la República y del órgano ejecutivo, está cargado de una enorme ideologización distinta a la que corresponde a una institución para la defensa del Estado.
– En ese sentido, el modelo cubano, grotesco y vulgarmente ha sido copiado para que tanto las tropas como los suboficiales subalternos, oficiales superiores, oficiales generales y oficiales almirantes estén al servicio del gobierno.
– Hoy dolorosa y desgraciadamente, en una decisión que nadie supo y nadie conoció, se le entregan funciones administrativas a una fuerza armada que ha dejado de ser componente del Estado, para colocarla al servicio de un proceso ideológico, anacrónico y primitivo, como es el planteamiento cubano.
– Así responde a funciones gerenciales de una empresa, a funciones de ministros y vice ministros del gobierno, a funciones de relaciones internacionales.
– No tenemos un elemento que se ocupe de la defensa del Estado venezolano. No es verdad que quienes hoy están en armas o que están en los cuarteles, bases aéreas o navales, reciben un proceso de formación incemental, doctrinario, para actuar como soldados dentro de una situación de reclamo, sobre todo frente a los conflictos carolingios o no resueltos que tiene Venezuela en el costado nor-sur-occidental y en el costado nor-oriental.
– Debe decirse, además, que el Estado venezolano en su elemento armado no reconoce las nuevas amenazas. Está de espaldas a lo que se conoce como las economías paralelas: aquellas organizaciones que se ocupan de la elaboración de narcóticos, de drogas (llámese cocaína, heroína, marihuana) o tráfico de oro u otros materiales preciosos, para producir grandes riquezas con operaciones de espaldas a los procesos de control de la República y que producen grave daño en el cuerpo societal.
– De allí que haya surgido una preocupación muy grande en el mundo cuando se señala que Venezuela es un país que sirve de alacena para el tráfico y distribución de marihuana, cocaína y heroína.
¿Qué se entiende como zona militar socialista, declarada por el presidente Maduro el 19 de abril de 2013 en la base aérea Rafael Urdaneta?
– Dentro de la doctrina militar no hay zonas socialistas. Eso forma parte de todas las improvisaciones que vienen surgiendo desde el año 1999 con respecto al elemento militar. Esa es una denominación politiquera que obedece a los intereses del gobierno y de la cúpula militar, la cual ha sido claudicante y de manera inmoral ha venido soportando, omitiendo y tolerando que el elemento militar se descentre de sus costumbres, de su doctrina y principios. Entonces, surjan aparatajes como ese, creados por este hombre que transitoriamente es responsable del poder Ejecutivo del país y usa el elemento militar para que le sirva de soporte, de apoyo.
– Ese hombre es el gran responsable de los problemas que sufre Venezuela desde el punto de vista económico, político, social, de la criminalidad.
– El más grave problema de Venezuela hoy es la carencia de un liderazgo político que entienda que la política requiere de una gran porción de ética, y que sólo con ética es posible gobernar y dirigir un país.
– Asimismo el elemento militar ha servido y ha venido existiendo dolorosamente para que apartando la ética de compromiso, este grupo de hombres que pertenecieron a la organización militar venezolana se pongan al servicio de una banda de asaltantes del país.
– No han terminado de entender todavía el gran alerta que existe en la ecuación política venezolana que de manera absolutamente responsable presentaron la mayor queja a un régimen que no es capaz de resolver lo que se llama las necesidades o demandas prescritas, o atrasadas que tiene la sociedad venezolana en el presente año.
El 30 de octubre de 2015, Maduro dijo que se había instalado una junta cívico militar de gobierno para defender la revolución. ¿No es una forma de darle a los militares parte de la competencia del Ejecutivo Nacional?
– Las declaraciones que dio ese entonces este señor, arrinconado porque no hallaba qué hacer frente a los grandes problemas y demandas de los venezolanos, fue para atemorizar a la población. Y es que para eso ha servido también el elemento armado, al que le han asignado la condición de policía, función que no conoce porque no la estudia y que no le es constitucionalmente obligatoria.
La actitud política
¿Por qué se dice que hoy la Fuerza Armada Bolivariana es un partido en armas? se pregunta el Dr. José Machillanda al explicar lo que está ocurriendo en el seno de los componentes castrenses. Su respuesta: porque ahora los militares van a cumplir funciones de comunicación del gobierno. Para realizar funciones de canalización de eso que se llama la revolución socialista y está llamada a cumplir funciones de expansión en una actividad muy triste y dolorosa que es eso denominado la unión cívico-militar.
Las fotografías donde aparece el ministro de la Defensa con Fidel Castro resume la desprofesionalización del elemento militar por la vía de la ideología impuesta por Chávez, aprendida en Cuba y es donde surge ese concepto absurdo y geopolítico de la construcción de la “patria grande”, que tiene que ver con el Caribe y cambia la concepción geopolítica de Venezuela como un Estado que establece la Constitución de 1999, la cual no se cumple.
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López llegó a declarar que a su entender -aunque no se sabe cuál es el entender porque todo el mundo lo conoce como ministro de la Defensa y debe saber de estrategia- la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, aprobada por la Asamblea Nacional, era un adefesio ético, moral, y además legalizaba la violación de los Derechos Humanos.
Ese no es el papel ni el rol que tiene un ministro de la Defensa. Actúa de manera irresponsable, pero además abusadora. Abusa del supuesto poder que tiene. Él no tiene como decir, ni como hablar, que esa ley promueve la impunidad, porque él no es diputado. Nadie lo conoce como diputado del PSUV. Entonces no se entiende por qué irresponsablemente se le ocurre decir semejante y atorrante expresión que va en contra de la decisión libérrima que ocurrió el 6 de diciembre de 2015 con el voto mayoritario de los venezolanos, que produjo 112 diputados, quienes aprobaron esa ley.
La conducta de ese ministro es aberrante como funcionario de este gobierno y forma parte de su arbitraria actitud frente a un poder que tiene el apoyo de la mayoría del pueblo.
Las fotos con Fidel Castro
Las fotografías en las cuales aparece el actual ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, cercano o casi de rodillas frente a Fidel Castro, no son nuevas, dice el doctor Machillada.
Anteriormente, hubo otras fotografías muy desgraciadas y vergonzosas en las que se ve al mismo jefe cubano dándole instrucciones, sobre el mapa de Venezuela, a un general de apellido Baduel.
Uno y otro hecho se corresponden a una de las más desafortunadas situaciones que ha tenido que vivir el elemento militar venezolano, que lo registra la historia como el momento político-militar revolucionario impuesto por Hugo Chávez Frías en ánimo y en aras de destruir el profesionalismo en la institución militar.
Es tal la situación de descomposición que impuso Chávez, que en el primer instante logra una penetración ideológica con la imposición de un ministro civil, poner al elemento militar a que cumpla funciones asistenciales, a que oficiales y suboficiales formen parte del gobierno, a un desmejoramiento de la ética profesional y a la presencia de unas actividades diferenciadas con la sociedad.
Se obliga a la institución militar a que se ocupe de tareas que no le corresponden.
El segundo instante de ese momento político militar revolucionario se lleva a cabo con la purga en los altos mandos, con la imposición a troche y moche de nuevas leyes, por un grado de corrupción y captación a lo interno del componente armado nunca antes visto y sobre todo con la presencia, en las filas del Ejército venezolano, de militares cubanos con el supuesto de ser profesionales.
El tercer instante, que es la que corresponde a estas desgraciadas fotografías, tanto del general Baduel como del general Padrino, tiene que ver con la destructuración de la pirámide ocupacional.
Cuando se desestructura esta pirámide, el ministro de la Defensa ya no es tal, sino que se convierte en un instrumento o un factor de relación política. Y por eso se profundiza la utilización del elemento militar en funciones de gobierno y en funciones con otros Estados.
Eso genera lo que se conoce con el nombre del afianzamiento de la relación militar con Cuba, en donde el elemento militar va a recibir instrucciones y órdenes para que se cumpla con el planteamiento de la guerra popular. Y quien de eso precisamente sabe es Fidel Castro, a quien van a visitar para recibir instrucciones.
Cualquier persona democrática, que sienta amor por Venezuela y crea en la soberanía de la patria, me dirá que las fotografías son indignantes y vergonzosas.
Pero, ellas forman parte de la razón por la cual el elemento militar es separado del profesionalismo militar que tiene que ver con su capacidad, la ética, el liderazgo y la responsabilidad ciudadana.
Funciones indignantes
Ya se ha hecho frecuente que los militares estén ocupando funciones de gobierno y administrando empresas, comentó el doctor José Machillanda. Ellos no están preparados para esas actividades y por eso mismo están siendo corrompidos por el régimen.
Es aberrante que tengan que ejercer funciones en empresas de distinta índole y que el Ejecutivo Nacional les haya creado una compañía para la explotación petrolera, mineras y de gas. Los resultados a esperar no serán positivos porque no tienen la experiencia y el bagaje de conocimientos en materia tecnológica de esa naturaleza, porque están preparados para la Defensa y esa es la función que constitucionalmente tienen asignada.
Ahora vemos a militares repartiendo tickets en las colas de las personas que buscan alimentos en mercados del gobierno y en supermercados privados. Por esto tendrán que responder los comandantes de fuerzas y la cúpula militar claudicante.
Considero que dentro de la desgracia que vive el país y dentro de la desprofesionalización que logró el fallecido presidente Chávez con las tres leyes de la Fuerza Armada venezolana, que cambió en ese período, él colocó al elemento militar en el sendero para que se desempeñe, ya no en la defensa del Estado venezolano, sino como partido político con armas para el proyecto político que creó, inspirado en la locura y en el anacronismo de Fidel Castro.
Asume que los militares no están para la defensa sino en una cola, indignante, repartiendo número y haciendo una tarea de la guardia nacional, sino del gobierno que por sus latrocinios e ineptitud no es capaz de garantizar la alimentación, la medicina y la salud a los venezolanos.
Por otra parte, como no hay independencia de poderes en Venezuela, no se investiga lo que se llama la economía paralela, en particular el narcotráfico. El Poder Judicial está a la orden del Ejecutivo y en consecuencia no hay claridad en la aplicación del cuerpo de leyes que rigen en la República. Y la crisis que vivimos es porque hemos sido saboteados por el TSJ.