El base y escolta larense Emiro Hernández Jr., reserva de los Bucaneros de La Guaira, se hizo acreedor de la distinción de Novato del Año de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) 2015-2016, tras convertirse en uno de los jugadores de confianza en la rotación del coach español Luis Guil Torres y contribuir en la clasificación de su quinteto a la postemporada como segundo en la tabla de la conferencia Oriental.
Hernández, de 20 años de edad y 1.88 metros de estatura, recibió 7 de los 13 votos otorgados por los 10 gerentes generales de las franquicias y los miembros de la comisión técnica, José Rafael Gómez, Manuel Fuentes y Julio Mogollón.
En 35 juegos, el crepuscular promedió 2.9 puntos, 1.3 rebotes y 0.3 robos y seis veces obtuvo la distinción de Novato de la Semana. En la votación superó al pívot Luis Carrillo (Trotamundos de Carabobo) y al base Edwin Mijares (Toros de Aragua), el primero con cuatro votos y el último con dos.
“Estoy muy agradecido con Bucaneros de La Guaira y con la liga por esta oportunidad de demostrar mi talento. Me dieron mucha confianza este año y gracias a Dios pude responder en mis labores”, afirmó Hernández Jr. al departamento de prensa de la liga.
“Estar en una lista con grandes jugadores que han ganado este premio es un motivo de orgullo para mí. Ahora tengo la motivación de seguir trabajando, de perfeccionar mi juego.
Quiero aumentar mis aciertos en los tiros de tres y eso estoy buscando cada vez que salgo a la cancha”, agregó quien se une a otros larenses que han logrado el premio como Silverio Leal (1977), Diego Guevara (1995), Cruz Salcedo (1996) y Jesús Urbina (2009).
La LPB establece como parámetros para la elección una edad máxima de 25 años o no haber disputado más de 100 minutos en cualquier liga profesional del planeta antes de intervenir en la LPB, así como ser jugador de primer año.
Si fuese de segundo año, no podrá haber promediado más de cinco minutos por juego o haber jugado más del 50 por ciento de los juegos de su equipo en el año anterior. Estas modificaciones se hicieron para impedir que el galardón fuese a manos de un jugador de experiencia pero debutante en el país (caso John Cox) o a algún novato criollo que ya haya visto minutos en otra liga rentada, como ocurrió en 2015 con Gregory Echenique (Guaros de Lara).