Las fallas de electricidad que desde la noche del martes se han registrado en Cabudare y otros sectores del municipio Palavecino han dejado como consecuencia que también miles de familias se queden sin suministro de agua potable.
En la parroquia José Gregorio Bastidas está la mayoría de las urbanizaciones establecidas en el sureste municipal, como Valle Hondo, Las Mercedes, El Recreo, El Trigal, Almariera, El Paraiso, La Mora, Copacoa, El Valle y otras que, junto a las viejas poblaciones de Los Rastrojos, Zanjón Colorado y La Piedad, reúnen cerca ded 100 mil habitantes.
Se trata de sectores residenciales que, frecuentemente, han venido padeciendo por los cortes de electricidad, los cuales se han agravado durante los últimos días, más aún entre martes y miércoles, que viviendas y comercios se quedaron sin el servicio durante más de 14 horas.
A causa de esa falla, esa población también se ve afectada por la falta de suministro de agua, como lo explicó el ingeniero Pedro Sánchez, presidente de Hidrolara.
“Sin luz no hay agua”, expuso de antemano, para explicar que, debido al prolongado apagón, quedaron inactivos todos los motores ubicados en los pozos de El Carabalí y El Recreo.
Dijo que eso ocurrió a las 12 y 10 de la noche del martes-miércoles, cuando desde las dos estaciones se dejó de bombear agua a los suscriptores.
Explicó que, en el caso de la estación de rebombeo de El Recreo, la paralización de los motores deja sin servicio a toda la parroquia José Gregorio Bastidas y una vez Corpoeloec restablezca el suministro de electricidad es necesario esperar un tiempo para que el líquido vital retorne a los hogares.
Al recibir la electricidad, refirió, es necesario esperar media hora para prender los motores, y como en El Recreo hay cinco, son dos horas y media en total porque se requieren esos 30 minutos para cada uno; luego otras dos horas para presurizar la red y reanudar el suministro a las zonas más cercanas pues para las más lejanas se necesitan entre 4 y 5 horas.
¿Y qué pasa si en ese tiempo ocurre otro apagón?, preguntamos al ingeniero Sánchez.
Simple y llanamente, tenemos que empezar de nuevo todo el procedimiento, pero confiemos en que eso no ocurra y Corpoelec normalice el servicio, respondió.
También aclaró que si el suministro eléctrico sólo se suspende en una fase el problema es el mismo pues los motores no funcionan.
El presidente de Hidrolara enfatizó en que no se trata de un problema de la hidrológica sino de otro servicio colateral como es el eléctrico.
En varias oportunidades Sánchez ha denunciado que, debido a apagones imprevistos, se han quemado motores y retardado el reinicio de suministro de agua por las dificultades para la adquisición de ese tipo de equipo.