El polvo y el ruido de las obras de renovación no son la imagen y el sonido típico de una biblioteca. Sobre todo de esta biblioteca.
Fundada hace 12 siglos por una mujer pionera y e incrustada en la vieja medina de Fez, la biblioteca de la Universidad de al-Qarawiyyin es una de las más viejas del mundo y cuenta con manuscritos islámicos únicos que son un tesoro para los historiadores. Pero el público casi no ha tenido acceso a ella. La principal arquitecta a cargo de la restauración, Aziza Chauni, nativa de Fez, ni sabía que existía hasta que le ofrecieron trabajar en el proyecto.
Se espera que el rey Mohammed VI inaugure el edificio remodelado pronto. Chaouni confía en que haya un cambio de filosofía y se abra la instalación al público por primera vez en su larga historia. Hasta ahora, el privilegio de usar la biblioteca estaba reservado a académicos, que necesitaban una autorización especial, y las autoridades todavía no han decidido si modifican esa política. Desde los diseños caligráficos en las paredes hasta los patrones de las cerámicas de los pisos y los tallados de la madera de los techos, se puede percibir la marca de cada dinastía gobernante desde el siglo IX.
Una devota y adinerada mujer musulmana de la ciudad tunecina de Kairaouan, Fatima alFihri, aportó los fondos para construir la biblioteca en el 800.
Originalmente fue una mezquita, pero en el siglo X fue ampliada y transformada en una universidad, según relató a la Associated Press el imán Abdelmajid El-Marzi, administrador de la mezquita.
La biblioteca cuenta con una colección de manuscritos de prominentes pensadores de la región, incluido «Muqadimmah», de Khaldun . Ese trabajo histórico del siglo XIV estuvo seis meses en el museo parisino del Louvre a préstamo mientras procedían las renovaciones, de acuerdo con el curador de la biblioteca Abdelfattah Bougchouf.
También hay un Corán del siglo IX escrito en caligrafía cúfica y un manuscrito de la escuela maliki de jurisprudencia islámica de Ibn Rochd, conocido como Averroes. Los manuscritos están siendo preservados en una sala segura, con estrictos controles de temperatura y humedad.