Como la segunda muerte del socialismo calificó el politólogo Carlos Raúl Hernández, lo que está ocurriendo con la presidenta Dilma Rousseff, quien perdió la batalla en el Congreso y ahora el juicio político se encamina al Senado.
El socialismo feneció después de la caída del Muro de Berlín en 1989 a propósito de la disolución de la Unión Soviética, no obstante, con la Revolución Bolivariana iniciaría una nueva etapa, resulta que está terminando más o menos igual que el Socialismo del siglo XX, producto de la ineficiencia, la catástrofe económica y la corrupción, apuntó el docente de la UCV.
“Lo que pasa con Rousseff está muy lejos de lo que comentan algunas personas, que se trata de un Golpe de Estado. No es más que una salida constitucional, respetando todas las normas establecidas de un proceso judicial en el cual ha participado la Cámara de Diputados y ahora el Senado”.
Precisó que Golpe de Estado fue lo que hizo Hugo Chávez en 1992 o lo que hace Nicolás Maduro al atropellar la Constitución de la República. En Brasil no existe una sola violación a la ley.
El director de Barómetro Político asegura que la salida de Rousseff es lo mejor que puede ocurrir en Brasil. A su juicio, la presidenta ya no gobernaba ni tenía fuerza en las cámaras para tomar alguna decisión, simplemente permanecía en un estado vegetal, por tanto se dedicaba a maniobrar con Lula da Silva para conservar el Poder, sin embrago, eso llegó a su término.
Ahora, lo grave para su partido es que no solamente sale de la presidencia –posiblemente si se alcanzan las 2/3 que se necesitan en el senado- sino que la imagen de Da Silva queda destruida y con muchas posibilidades de ir preso.
-¿Qué repercusiones tiene esto para el continente o cómo debería interpretarlo?
-Estamos viendo el colapso del socialismo del siglo XXI. Lo vimos en la derrota del kirchnerismo en Argentina, en la derrota de las pretensiones de Evo Morales y también en Ecuador. La situación de Venezuela no puede ser peor, el país se hunde en el caos, ante un gobierno que no muestra ninguna capacidad para hacer algo, en la más absoluta abulia. Lo que ocurrió en Argentina repercutió aquí en las Parlamentarias. Lo que ocurre en Venezuela alerta a gente de otras naciones. Las influencias de todo lo nefasto que se ha producido aquí hacen que los movimientos democráticos se recuperen.
-¿Cómo es que en estos países socialistas lo poderes son autónomos?
-Porque los venezolanos nos enamoramos de una figura que lanzó Chávez, la Constituyente, instrumento que le permite al mandatario de turno hacer un Estado a su imagen y semejanza. Con esa herramienta Chávez pudo hacer lo que le dio la gana, puso las instituciones a su servicio. Luego en el 2005, cuando la oposición retira las candidaturas a la Asamblea Nacional, se le dejó al Gobierno la posibilidad de hacer lo que quisiera, se terminó de cuadrar un Estado en el cual la sociedad no tiene ninguna forma de expresión ni de reclamo.
-¿Qué pasará con el Socialismo en Venezuela?
-Esto se termino como etiqueta “Socialismo del Siglo XXI”. Aquí lo que hay es un régimen agónico que está sobreviviendo. Esa cúpula de poder se ocupa día tras día de sobrevivir a los escándalos, la escasez, el drama eléctrico, etc. Ahora tienen un problema muy grave porque el hampa le ha declarado la guerra a las Fuerzas Armadas y al cuerpo policial. Todos los días están matando a oficiales, a eso hay que meterle la lupa.