La presidenta de Brasil Dilma Rousseff se dijo este lunes «indignada» por la aprobación de un proceso de destitución en su contra en la Cámara de Diputados y reiteró que no cometió ningún crimen que lo justifique.
«Recibí 54 millones de votos y me siento indignada por la decisión», dijo la mandataria en una rueda de prensa en el palacio gubernamental de Planalto, en su primera reacción tras el voto en la Cámara. El proceso de impeachment sigue ahora al Senado.