Pido la palabra – La revolución de la vagancia…

A la prueba un botón. Una vez más queda demostrado el perfil castrista del régimen chavista. En Cuba, el ciudadano vive del gobierno. Nadie trabaja. Nadie produce. Todos están a la espera del turno de la libreta de racionamiento para obtener los artículos de primera necesidad, envueltos en una miseria atroz, despiadada, grotesca. La empresa privada no existe. El estado gobierno provee todo. El pueblo está enterrado en la pobreza extrema mientras la cúpula gubernamental puede disfrutar de los privilegios alimentarios y de los espacios del país reservados solo a los turistas. Comen y viven como oligarcas y millonarios. Viajan y disfrutan de los bienes del estado a sus anchas y llegan a hoteles 5 estrellas con vida principesca. Poseen cuentas bancarias mil millonarias en paraísos fiscales con el dinero del estado y permanecen en el poder amparados en las armas de unos cuerpos militares corrompidos que responden a los intereses del régimen. Una Sociedad totalmente castrada, sin libertades ciudadanas de ninguna naturaleza…
En Venezuela vemos con suma preocupación como nos van llevando progresivamente a la misma postración del pueblo cubano. La destrucción de la plataforma física construida de servicios públicos primarios de todo el país responde al plan de la patria que pretende arrinconarnos en las carencias alimentarias y de servicios. Con la crisis del sector eléctrico, el régimen ha logrado allanar el camino hacia la consolidación definitiva de la sociedad de vagos y sinvergüenzas que les gusta comer del fruto de los arboles que jamás sembraron. Al menos un 20% de la población se acostumbro a vivir de las dadivas del estado. Recordemos las colas de gente durmiendo en el suelo a las puertas de los bancos para esperar el pago de la beca alimentaria del los gobiernos civiles. Esos mismos venezolanos se quitaron la camisa blanca para ponerse la roja y continuar viviendo sin trabajar. Con el agravante que ahora además de eso, pueden robar, invadir, confiscar y hasta matar en el nombre de la revolución….
La declaratoria de asueto de hoy lunes 18 de abril con la excusa del ahorro energético, define claramente el rostro autoritario de un gobierno que pretende domesticar un país en ruinas, aprovechando el facilismo al cual se ha acostumbrado buena parte de la sociedad. Los aplausos que recibió Maduro tras el anuncio del puente energético, nos dibuja un delicado escenario de apoyo a la vagancia y la rochela como fórmula de domesticación de las masas. Es evidente que el facilismo representa un grave problema para los venezolanos. Este régimen bien que lo sabe explotar.
No existe otra forma ni manera de salir adelante como persona que a través del estudio y del trabajo. Las sociedades exitosas exhiben unos modelos educativos con el estimulo al trabajo y el esfuerzo creador como paradigma de vida de los ciudadanos. Aplaudir la vagancia con la excusa del ahorro energético es la respuesta más inmoral que un pueblo mal formado pueda dar en apoyo al más absurdo de los cuentos revolucionarios para mantenerse en el poder…
Mis comentarios:
-No importa cuántos obstáculos nos coloquen camino al referendo revocatorio.
-La determinación mayoritaria de un país democrático prevalecerá por sobre la barbarie que pretende postrarnos como una sociedad de vagos y sin vergüenzas…
-Si al trabajo.
Como pasa el torbellino así desaparece el impío, más el justo quedara cimentado para siempre…(Proverbios 10:25)