Marcelino Bisbal, estudioso de las teorías de la comunicación y de la investigación, sostiene que el Gobierno con su visión totalitarista busca dominar en todos los ámbitos de la vida política del país y en ese afán establecer una hegemonía de medios que le permita consolidar un mensaje único.
Sostiene que desde el Ejecutivo no han tenido éxito porque los periodistas han respondido con un periodismo de altura que les ha permitido superar los obstáculos que desde las esferas del poder les imponen y que lejos de doblegarse han logrado poner en evidencias las prácticas de corrupción del actual régimen.
“El Ggobierno nacional con las características políticas que tiene, las cuales podemos resumir de manera muy rápida: no tiene cultura democrática, posee evidentes rangos autoritarios, que conducen totalmente a un Gobierno totalitario. No es un Gobierno en función de Estado en el sentido de lo que eso significa, es un régimen, y además es un Gobierno con una fuerte presencia militar”, aclara.
Agrega que un Gobierno con esas características para poder imponerse y mantenerse en distintos en la vida pública requiere contar con una hegemonía en todas las esferas sociales y para ello necesita contar con un control comunicacional absoluto que logre imponer un discurso único, una idea única, una imagen única. Cree que en el caso del actual Gobierno la imagen que lo sostiene es la del difunto presidente Hugo Chávez Frías.
“Llevan casi 12 años, con este planteamiento, desde que siendo ministro de información Andrés Izarra planteó que todo Gobierno de corte socialista requiere contar con una hegemonía en todos los ámbitos de la vida pública y en los medios de comunicación social”.
Explica que la palabra hegemonía es ambigua, tiene varias significaciones. “Por hegemonía yo quiero entender el número de unidades comunicacionales que tiene un sector frente al otro, es decir el número que tiene el sector privado frente al gubernamental”.
Considera que el Gobierno no tiene tal hegemonía, porque el sector privado aún tiene mayor número de medios que el público y en este caso el término de hegemonía política para él, en una perspectiva de filosofía política la entiende en cuanto a la omnipresencia que quiere tener el gobierno nacional en todos los sectores sociales del país y en ese sentido piensa que el Gobierno tiene esa omnipresencia más que por el número de medios que tiene como impresos y radioeléctricos; sino porque cuenta con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). “Conatel tiene que ver con el campo de las comunicaciones, pero además el gobierno cuenta con dos satélites en órbita, el Simón Bolívar y Francisco de Miranda que no sabemos qué uso se les está dando”.
Agrega que el gobierno para establecer y mantener el control comunicacional también se apoya en algunas leyes que restringen en grados importantes la libertad de comunicar, que según su percepción tiene que ver con la libertad de comunicar y de prensar. Esos instrumentos legales son la Ley de Responsabilidad Social en Medios Impresos y Radio y Electrónicos, la Ley Orgánica de Telecomunicaciones y el Código Orgánico Procesal Penal; que en su opinión establecen límites a esas libertades y generan autocensura a los profesionales y a los medios. “En ese sentido el gobierno se ha ido haciendo hegemónico”, expresa.
Control del papel
Bisbal señala que con el control de la compra y venta del papel periódico a través del Complejo Alfredo Maneiro, que es el único ente autorizado para la entrega de divisas para la compra del papel e insumos que tienen que ver con esta actividad en Venezuela, el gobierno limita a quien se le da papel y a quien no, de acuerdo a su contenido: si se es crítico frente al proceso habrá restricciones.
Refiere que los medios oficiales y otros que han sido adquiridos por testaferros chavistas buscan consolidar el mensaje que le conviene al gobierno, pero existen otros que han mantenido su labor al servicio del ciudadano, además de algunos digitales que han surgido en los últimos años y que han hecho lo mismo. “Cuando el portal Armando Info el domingo 3 de abril, junto a otros como Efecto Cocuyo, El Pitazo y Runrunes; publicaron la primera entrega de los Papeles de Panamá, medios como EL IMPULSO, El Nacional y otros, se hicieron eco de inmediato de esa serie de reportajes investigativos que involucran a funcionarios que estuvieron ligados al gobierno. Los medios público: radiofónicos, impresos o televisión al igual que aquellos que fueron comprados por el alto gobierno a través de testaferro como Últimas Noticias o El Universal no se hicieron eco de esa información, eso significa que tenemos unos medios del sector oficial monolíticos que ofrecen un contenido con el cual solo buscan consolidar el discurso del gobierno”
Señala que ese grupo de medios alineados al poder trata de contrarrestar al otro sector (privado), cada vez más pequeño, más minoritario, pero que aun así se mantiene crítico al gobierno. Percibe que los medios que han sido comprados por personas ligadas al gobierno ocultan cierta información porque le incomodan al alto gobierno. “Los medios oficiales si bien cada vez son menos leídos, cada vez van copando el campo mediático. Este gobierno continuará comprando medios, sino hay un cambio político y lo logrará en la medida en que ciertos dueños de medios quieran vender, además otros medios van a ir cerrando sus puertas, porque no se les renueva la concesión o no se les otorga las divisas para la compra del papel”.
Asegura que muchos de esos medios que desaparecerán seguirán en la versión digital y lamenta que la lectura digital tiene límites.“No todos acceden al mundo digital para leer noticias sino por ocio. Lo que está en riesgo es la libertad de expresión que es la libertad de comunicar, esto tiene que ver también con la libertad de pensamiento, de opinión y expresión”.
Es consciente de que en la Venezuela del presente es difícil informarse de lo que realmente está aconteciendo. “Los medios oficiales ocultan la información, cuando escuchamos las cadenas presidenciales vemos que el problema del desabastecimiento alimentario, desabastecimiento de salud, la crisis eléctrica, el agua, la inseguridad, la violencia, y los asesinatos; son temas inexistentes pareciera que no están ocurriendo, sin embargo hay medios que los están informando día a día; los que han desaparecido del mundo impreso pasan a la plataforma de internet para seguir informando, pero cada vez nos cuesta más obtener información de los problemas que ocurren en el país”.
