El duque y la duquesa de Cambridge evocaron recuerdos nostálgicos sentados en el mismo banco de mármol frente al Taj Mahal donde la ya fallecida madre del príncipe Guillermo, la princesa Diana, posó sola para una memorable foto en 1992.
En las postrimerías de su visita real de una semana a Bután e India, Guillermo y su esposa, Kate Middleton, fueron conducidos por un guía en el icónico monumento al amor. Antes de la visita de la pareja real, una docena de policías entraron al monumento y cerraron una sección. Decenas de personas fotografiaron a los visitantes con sus teléfonos celulares.
La visita de la pareja desbordó simbolismo. Inevitablemente fue comparada con la figura solitaria de Diana hace 24 años frente al mausoleo de mármol construido por un emperador para alojar la tumba de su amada esposa. Los titulares de los medios sugirieron en aquel entonces que Diana transmitía un mensaje oculto sobre el fin de su matrimonio con el príncipe Carlos. Cuatro años después, los dos anunciaron su divorcio.
Antes de la visita, el secretario de comunicaciones de la pareja, Jason Knauf, dijo a la prensa en Londres que Guillermo «se siente increíblemente afortunado de visitar un lugar donde el recuerdo de su madre se mantiene vivo por tantos que viajan allí».
Pese a las temperaturas sofocantes de abril, la pareja real sonrió pacientemente para las fotos.
Agra fue la última etapa de la gira.
La pareja real llegó a Mumbai (Bombay) el 10 de abril y depositó una corona fúnebre en el hotel Taj Palace, que fue blanco de ataques terroristas en 2008 que dejaron 166 muertos. Jugaron cricket con niños locales y conversaron con astros del cine y dirigentes empresariales en un baile de caridad antes de viajar a Nueva Delhi, donde almorzaron con el primer ministro Narenda Modi y asistieron a una fiesta de celebración en homenaje a la reina Isabel II, que cumplirá 90 años la semana próxima.
Los visitantes, que llegaron sin sus dos hijos pequeños, viajaron después al estado de Assam para visitar el Parque Nacional Kaziranga y después visitaron Bután durante dos días a invitación del rey Jigme Khesar Namgyal Wangchuck y la reina Jetsun Pema, antes de regresar a India para visitar el Taj Mahal.
