Los suplementos nutricionales son productos con formulaciones que no se consideran como medicamentos. Son naturales en algunos casos, y en otros son meramente aportes alimenticios que complementan la nutrición, por lo que en ningún caso sustituyen o reemplazan la alimentación saludable que todas las personas debemos llevar.
La principal ventaja que ofrecen los suplementos es que no tienen en sí mismos efectos secundarios graves, puesto que son micronutrientes que se encuentran en alimentos y plantas naturales. Sin embargo, al igual que cualquier medicamento, no se recomienda la automedicación ni abusar de ellos, ya que esto sí podría ocasionar problemas en la salud o resultados contrarios a los esperados.
Por otra parte, son prácticos ya que la idea es llevar una dieta rica en nutrientes. Así, estos productos adicionan valores que a veces olvidamos incluir en nuestros alimentos, y que resultan más prácticos de añadir en formato de comprimidos o licuados. Además, se puede complementar con una dieta indicada por un nutricionista.
En el caso de los deportistas, ya sean profesionales o amateur, su uso es más común que el del resto de las personas, ya que sus requerimientos son mayores que los de una persona sedentaria. Otro de sus beneficios es que poseen alta concentración de proteína con bajos niveles de azúcar y se pueden preparar fácil y rápidamente.
A su vez, los suplementos nutricionales aportan vitaminas y minerales que normalmente no consumimos o que se encuentran en bajas cantidades en la dieta diaria. De esta manera, a aquellas personas que poseen problemas nutricionales o enfermedades, se les recomienda que consuman estos productos para complementar la alimentación.
Ahora si bien es cierto que la ingesta de estos suplementos está indicada para cualquier tipo de persona de cualquier edad, es recomendable visitar a un especialista en el área de nutrición y obesidad para obtener un perfil nutricional y escuchar sus consejos profesionales antes de comprar algún producto, puesto que se da pie a la automedicación y que puede ocasionar daños severos a diversos órganos, principalmente al hígado.
Además se debe tener cuidado con el uso excesivo de calcio u otras vitaminas, porque aunque parezca contradictorio, una ingesta elevada de suplementos podría causar enfermedades.
Por otra parte, los suplementos no son mágicos y no funcionarán adecuadamente si no se lleva una vida acorde a los resultados que se quieran obtener. No sirve de nada comprar suplementos con vitaminas y minerales si se consumen altas cantidades de comida chatarra o se practica ninguna disciplina deportiva.
Es por ello, que siempre hay que tener cuidado con los productos que garantizan grandes resultados, puesto que el cuidado de nuestra salud y cuerpo requiere de esfuerzo, dedicación y en muchas ocasiones disciplina. Recuerde que los suplementos te pueden ayudar y complementar algunos déficit de nutrientes, pero están lejos de ser mágicos.