El buen funcionamiento de las rodillas es clave para caminar, correr, nadar, saltar, agacharse e impulsarse, pero por su compleja estructura y tamaño se trata de una de las partes más delicadas de cuidar. Las lesiones pueden tener un origen muy variado y se pueden presentar como una simple molestia o como un intenso dolor, por lo que se convierten en una de las partes más expuestas a tener problemas, sea por un accidente, malas técnicas de entrenamiento o el uso inadecuado de zapatos o ropa deportiva.
¿Cómo se puede prevenir?
-Haz un calentamiento antes de empezar con los ejercicios, esto te ayudará a fortalecer los músculos de las piernas y prevenir lesiones en las rodillas.
-Incrementa paulatinamente la intensidad, fuerza y duración de las actividades físicas que realices para no forzar tus rodillas.
-Utiliza zapatos adecuados para mejorar la estabilidad y cuidarlas.
-Practica natación o ciclismo, estas son dos de las actividades recomendables para evitar el impacto que sufren las rodillas al entrar en contacto con el suelo al correr o dar saltos.
-Piensa en ejercicios que fortalezcan y mejoren el equilibrio de tus rodillas.
-Si sientes dolor al realizar ejercicios, para y consulta a un especialista para descartar cualquier problema grave.
