En el estado Lara sí hay recursos hídricos para abastecer a la región de agua potable, para riego y consumo humano. Lo que no hay es dinero para las multimillonarias inversiones que se necesitan para la terminación de proyectos, como el Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor (SHYQ) o el inicio de otros, como por ejemplo la presa Dos Bocas.
Esa es la conclusión que podemos hacer del foro Los recursos hídricos del estado Lara, en el cual participaron los especialistas Jesús Saavedra, Pedro Sánchez, Miguel Nucete y Rafael Guevara.
En esta conferencia, auspiciada por la Red de Instituciones Larenses y el Centro de Políticas Públicas Ifedec-Lara, se abordaron temas como la situación actual del abastecimiento de agua a la población, perspectivas del SHYQ y realidades del proyecto Dos Bocas. Este análisis técnico sobre el agua en la entidad se realizó en el auditorio Julio Pérez Rojas de la Gobernación de Lara.
El primer ponente fue el geógrafo Jesús Saavedra, quien compartió que 40% del territorio larense sufre un serio déficit de humedad. Sin embargo, para el sur y suroeste de la región, abundan importantes recursos hídricos. Lamentablemente, hay una desunificación de esos recursos.
Saavedra precisó que la cuenca de Río Tocuyo, luego de drenar prácticamente el 80% del estado Lara, tiene un rendimiento de 887 m3 al año. Recordó que los principales embalses son Dos Cerritos (1973), Atarigua (1977), Los Quediches (1979) y El Ermitaño (1988).
“No obstante, hay 36 sitios de aprovechamiento superficiales que fueron evaluados por la extinta Fundación para el Desarrollo de Centroccidente (Fudeco) y el Ministerio del Ambiente, asimismo, existen por lo menos nueve grandes reservorios de agua, uno de ellos en Duaca”.
Se destaca que el pozo de Barro Negro, se ha venido achicando tras su uso para el urbanismo Alí Primera. Duaca se surtía completa con ese acuífero.
En ese sentido Saavedra recomendó sortear las dificultades y corregir las deficiencias de agua, tanto urbana como de riego.
“Existen altas pérdidas de agua por las numerosas tomas clandestinas y hay una sobreexplotación de las aguas subterráneas, así como salinización de aguas y suelos, consecuencia del deterioro de las instituciones y el retroceso en materia de levantamiento de información”.
El geógrafo añadió la falta de coordinación y políticas inadecuadas. “Hay mucha gente capacitadas que debe aprovecharse, valiosos profesionales que fueron marginados de las instituciones”.
El reto, dijo, no está en la escasez cuantitativa del recurso, ya que es un problema manejable. El reto está en las inversiones, en los profesionales que se destinen a los proyectos y en el diseño de políticas.
Déficit de agua potable
Por otra parte, el ingeniero Pedro Sánchez, presidente de Hidrolara, subrayó que uno de los grandes problemas es el déficit de agua potable, puesto que en los últimos 17 años la región creció 30%. Existe una mayor demanda de agua, la cual requiere nuevas fuentes. Otro problema es que se trata de redes que tienen más de 40 años. El Sistema Alto Tocuyo (SAT), que contempla el embalse Dos Cerritos, por ejemplo, se inauguró en 1974.
“Se trata de una tubería bastante deteriorada producto de la corrosión. El SAT a su vez comprende 12 tanques que abastecen a Barquisimeto, Quíbor y El Tocuyo. Ocurre que es un sistema muy susceptible cuando se producen caídas de tensión. Es uno de los pocos embalses que no ha sido afectado por la variable climatológica”.
Se conoció que actualmente llueve en la cabecera de la cuenca, por lo cual la cota se ha mantenido. EL SAT beneficia a 1.200.000 usuarios. Debido a las filtraciones y tomas ilegales se pierden entre 300 litros de agua por segundo (lps) y 600lps, respectivamente.
“La inversión escapa de la Hidrológica y el Ejecutivo regional. La inflación reduce las metas físicas de los proyectos, además en el mercado nacional no se encuentran determinadas sustancias químicas por ser importadas”, mencionó Sánchez.
Destacó que por lo menos 10km de tubería del SAT deben reemplazarse por estar corroída, para lo cual se necesitan unos 10 millones de dólares.
“Garantizamos el agua mientras se construyen las nuevas fuentes de agua por eso se hacen reparaciones en caliente que no paralicen el sistema. Tenemos diagnóstico de todos los subsistemas, propuestas y soluciones pero representan una inversión importante de dinero.
Sólo para perforar un pozo y habilitarlo se necesitan 300 millones de bolívares. Aunado a ello, muchas válvulas de sectorización cumplieron su vida útil”.
El ingeniero señaló que parte de la ciudad no tiene acueductos por lo cual se reparte el agua a través de cisternas.
El problema es que ahora estas unidades, por la crisis económica actual, carecen de repuestos, baterías y cauchos.
En el 2010 se contabilizaban 210 cisternas. Hoy en día se cuenta con 57, de las cuales están operativas 21. “Son muy pocas para los 400 viajes que deben hacer al oeste de la ciudad”.
En el caso de Carora Sánchez recordó que desde 2013 comenzó a bajar la cota en la presa Los Quediches, la cual legó a su mínimo histórico en octubre de 2015, cuando debieron ser apagados los motores. El fenómeno El Niño afectó el embalse”.
Ahora Carora de surte de la presa Atarigua, a la cual se le instaló un nuevo motor.
“Carora es la única parte del estado que se encuentra bajo un programa total de racionamiento”.
Añadió que en Palavecino los pozos datan de unos 25 a 30 años. Como el sector ha crecido se perforan otros. “La distribución de agua en Palavecino es el principal problema a resolver”. Sánchez aseguró que las fallas eléctricas perjudican seriamente la red.
“Unos 25 motores se nos quemaron en 2015 debido a las fallas eléctricas. Los cortes perjudican, así como las filtraciones, por lo cual el caudal y la presión es menor”.
Técnico y legal
El ingeniero Miguel Nucete, ex presidente de Fudeco y del Sistema Hidráulico Yacambú-Quíbor, realizó una completa exposición del SHYQ, desde sus orígenes, pasando por el propósito del proyecto –aprovechar las aguas del Río Yacambú para fomentar el desarrollo agrícola del Valle de Quíbor y contribuir al sistema de Barquisimeto.
Luego de repasar toda la historia de este proyecto y la multimillonaria inversión en dólares concluyó que la obra no ha sido terminada por un problema fundamentalmente técnico, aderezado por problemas legales a partir de las licitaciones.
“El meollo sigue siendo el túnel trasvase. Es necesario reforzarlo en algunas áreas con concreto proyectado y en otras con concreto vaciado en sitio, eso no se ha hecho, lo que ha generado derrumbes. Se ha tratado de colocar una membrana que los expertos indican que no se requiere”.
Dos Bocas
“Lo que más conviene es terminar Yacambú, sin embargo, Barquisimeto necesita que Dos Bocas se inicie ya. Sería una presa de grava con pantalla. Se pensaba que este embalse se construiría en 1976, expresó el ingeniero Rafael Guevara.
El proyecto, con una inversión de 388 millones de dólares, pudiera desarrollarse en cuatro años. Aseguró que sí tenemos capacidad en aguas superficiales para suplir las demandas de riego y población. Enmohca adquirió parte de la tubería y está en la planta de tratamiento del Taque.
“Dos Boca vale la pena iniciarlo ya. Si se tiene este embalse se libera más agua para riego para el Valle de Quíbor”.