Este jueves los empleados de la oficina regional del Consejo Nacional Electoral en Lara decidieron paralizar las actividades en horas de la mañana en protesta por el retraso que hay por parte del patrono para realizar el incremento salarial y la firma del nuevo contrato colectivo.
Noel Dávila, delegado sindical en la entidad, junto a otros compañeros se concentraron a las afuera de la sede pidiendo que se apruebe el 50% de aumento para todos los trabajadores, ya que en su mayoría están devengando un sueldo por debajo del mínimo, lo que en su opinión representa una falta de consideración con los trabajadores ante la alta inflación que atraviesa el país que hace la vida más costosa.
Este fue el segundo paro que realizan en el mes de abril, con el primero se logro que las partes se sentaran a discutir el contrato colectivo que tiene más de dos años vencido, sin embargo para los trabajadores es necesario que se apruebe el aumento lo más rápido posible porque no aguantan otra quincena tan baja, incluso antes de firmar el nuevo contrato.
Otras de las peticiones que están haciendo es el cambiar el mecanismo con que el pagan el bono de alimentación, ya que aún lo hacen con tickets que no son aceptados en muchos establecimientos o les cobran un porcentaje por cada ticket. También el incremento de la póliza del seguro que actualmente no les cubre mucho frente a lo costoso que se encuentran las centros de salud privados, además el rechazo que han recibido en algunas clínicas por la deuda que mantiene el organismo electoral con la empresa aseguradora.
Luis Castrillo, jubilado del CNE, se unió a la protesta para pedir que se les haga la homologación a los sueldos de los jubilados, que desde el 2012 fue eliminada por una resolución del organismo y no ha percibido incrementos. También piden que se ajuste el bono de alimentación que para ellos se ubica en 5.600 bolívares mensuales, que aclara no les alcanza ni para la mitad de la canasta básica.
Si no reciben una respuesta en los próximos días están dispuestos a radicalizar sus protestas hasta que sean escuchados. Sólo en Lara hay 158 trabajadores y en todo el país superan los 3.000 activos.