Un adolescente de 17 años de edad, llamado cariñosamente “Willita”, fue asesinado ayer en la mañana en la avenida principal de La Paz, frente a La Gallera, comunidad ubicada en el oeste de Barquisimeto.
Una hora antes estaba con su tía en una cola para comprar alimentos en el Mercal Comunitario de El Coreano II. En la cola estuvieron conversando y riéndose, también hubo tiempo para los consejos: ¡Hijo hágame caso, hoy no vaya para La Paz, váyase para su casa! le dijo la señora, pero el joven rebelde no le prestó atención.
La tía presentía algo malo, la noche anterior sintió que los perros ladraban intensamente, y ella pese a ser cristiana pensó: “va a pasar algo, esto no es nada bueno”. Sabio fue su presentimiento, al poco tiempo de despedirse de su sobrino la llamaron por teléfono para comunicarle la trágica noticia: el cuerpo sin vida del adolescente estaba en plena vía principal de La Paz, rodeado de curiosos. Unos vecinos en señal de respeto le colocaron una sábana y un cartón para cubrirlo.
Cuando el padre del joven llegó al sitio, rompió en llanto, como pocas veces lo hace un hombre, le arrebataron al mayor de sus dos hijos y único varón. Alguien le preguntó cómo iba a hacer para enterrarlo, y con la voz entrecortada respondió que él iba a conseguir el dinero.
¡Yo siempre vi por él, yo lo quería poner a trabajar! Le decía el progenitor a los demás familiares que lo abrazaban para consolarlo.
Según comentaron las personas que estaban en el sitio del hecho, el criminal aparentaba ser un menor de edad que cuando vio a “Willita” cruzar la avenida, se le acercó y sin decirle palabra alguna abrió fuego contra él, al menos cuatro proyectiles hirieron a “Willita”.
La víctima no terminó sus estudios, pero según los parientes, estaba en proceso para retomarlos, el problema era que se había acostumbrado a estar en la calle y le costaba ser disciplinado. El muchacho trabajaba de vez en cuando como colector.