Dos horas estuvieron funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) buscando la cabeza del adolescente de 15 años que fue decapitado la tarde del martes dentro del Centro Socioeducativo Pablo Herrera Campins, mejor conocido como retén El Manzano. Se conoció que fueron cinco los jóvenes que actuaron en este atroz asesinato, cometido en el sector B.
Dantesco crimen
Los demás internos sospecharon que el muchacho suministraba información a las autoridades de lo que se hacía dentro del retén.
Cinco jóvenes, dos de ellos mayores de edad, acorralaron al adolescente. Cuchillo en mano procedieron neutralizarlo; le lanzaron la primera cuchillada en la parte posterior de la cabeza. Volvieron a levantar el arma blanca, pero esta vez la utilizaron con mayor precisión
y comenzaron a cortar el cuello del jovencito, hasta que desprendieron la cabeza.
Una vez cometido el dantesco crimen, los cinco implicados procedieron a esconder la cabeza, como si se tratara de un juego. Una vez ingresaron las autoridades del cuerpo detectivesco para retirar el cuerpo de la víctima fatal, les tocó comenzar a buscar en cada rincón del retén dónde estaba la cabeza.
Al menos dos horas duró la labor de los sabuesos. Los implicados fueron interrogados y su respuesta fue: “Se tragó la luz”. Significa, en el argot carcelario, que había faltado a normas
internas. Los homicidas aprovecharon una reyerta iniciada por el resto de los privados de libertad del retén y en medio de la revuelta aprovecharon para saldar cuestas.
Es la segunda vez que se presenta este tipo de crímenes en menos de un mes. La vez pasada asesinaron a un vocero, a quien además le cortaron la lengua, las orejas y abrieron su pecho. El arma utilizada en ambos crímenes un cuchillo.
Trascendió que el joven que cometió el primer homicidio se encuentra aislado del resto de la
población, mientras los nuevos criminales, quienes dos son mayores, procedentes al parecer de Carora, serán presentados ante los tribunales por este nuevo hecho.
Familiares de la víctima fatal no estaban en la morgue la mañana de ayer y en las adyacencias del retén se decía que el joven era de Carora, otros que era de Las Tinajitas, pero trascendió que tenía 10 meses en el lugar y estaba detenido por robo agravado y porte ilícito de arma de fuego.
Una madre que no quiso ser identificada dijo sentir temor.
Manifestó que no sabe qué está pasando y pide a las autoridades del retén que les indiquen si es que estos jóvenes se estarían “drogando”, porque no entienden su comportamiento.
Autoflagelados
Fueron 30 los internos heridos en brazos y piernas. Según expresaron los cuidadores a las madres ellos mismos se cortaron y fueron atendidos dentro del retén. Aunque el motín se generó el martes, no fue sino hasta el miércoles en la mañana cuando difundieron la lista.
Son 240 jóvenes que permanecen en El Manzano.
El retén tiene una capacidad para 160 y al menos 108 son mayores de edad.
Hay hacinamiento. Los mayores ya tienen órdenes de traslados a penales, otorgadas por los jueces, a raíz del primero hecho, pero no han sido ejecutadas, confiesa Edilberto León, director de Seguridad y Orden Público.
León comenta que estos espacios no están adscritos a la dirección de Seguridad como las comisarías, pero tienen el mismo problema de hacinamiento. Explicó que su responsabilidad es el cuidado externo del retén. Aclaró que los policías no tienen contacto con los
detenidos.
Quieren nuevos directores
Familiares de los jóvenes recluidos a raíz de lo sucedido este martes durmieron en las afueras de El Manzano. “Nos llevamos tres palos de agua y nadie salió a darnos la
cara”, comentó una madre.
Indicaban que una celda que está diseñada para al menos seis muchachos, alberga hasta 22.
La mañana de ayer estaban haciendo una carta, la cual firmarían todos los familiares y la llevarían a la Defensoría del Pueblo. En el escrito expondrían todas las irregularidades.
Piden la destitución del director y del subdirector. Así mismo quieren llevarles a sus hijos, hermanos y familiares la comida al menos tres veces a la semana, porque denuncian que no
son bien alimentados. “En ocasiones desayunan una galleta, un alimento a mediodía y a las 3 de la tarde una arepa para la cena; otras veces sólo les dan la arepa. Lo que nos permiten pasar día de visita es catalina y refresco, y eso no es alimentación”, comenta la tía de uno
de los jóvenes.
Expresa que son dos horas de visita que les aprueban y cada vez que van los observan peor.
Serias denuncias en cuanto a que empleados se llevan la comida, maltratos por parte de los funcionarios hacia los jóvenes, así como extorsiones, fueron expuestas por los familiares en las afuera del retén. Aseguran que todo se ha venido registrando con la nueva directiva.
Los medios de comunicación intentaron hablar con el director o el subdirector del retén, pero no fue posible. Lo mismo sucedió con la máxima autoridad del Saina, quien se encontraba en una reunión.
