La TV tiene nuevo referente, si es que la TV sigue significando lo mismo en 2016 ahora que su concepto ha conquistado algo más que la sala de estar de una casa. Con el auge del teléfono móvil, las tabletas y otros dispositivos, era previsible que en algún momento, y por mucha apuesta de las operadoras de por medio, el streaming (televisión por internet) iba a tornarse como la alternativa favorita de los usuarios.
Aunque como suele decirse venía sonando, un estudio es el que ha puesto de relieve el crecimiento exponencial de los servicios de streaming por encima del tradicional cable que, partiendo de un modelo de suscripción similar, y considerando que ambas son TV premium, las bondades del streaming, como servicio desagregado y multidispositivo, están convenciendo al usuario para declinar la balanza de forma negativa en el lado del cable o de la TV tradicional, incluyendo los servicios de suscripción de las operadoras y las ofertas convergentes.
Utilizando el mercado norteamericano de referencia, solo en 2015 Netflix y Hulu crecieron un 29% sostenido, frente al 3% que se llevaron las operadoras de cable, duplicando además los ingresos para estas nuevas compañías de streaming que han conquistado a los usuarios con contenidos propios.
No es extraño por tanto el movimiento de compañías como HBO, que poco a poco se han ido desenganchando del cable con nuevas propuestas como servicios de streaming por separado, que no necesitan la suscripción al conjunto de TV que ofrecen las operadoras de turno.
Por cierto, y como dato curioso, solo Netflix y Hulu constituyen el 98% del negocio del streaming. Y ese número, es un enemigo enorme a batir por muchas tarifas convergentes que se incluyan: al final, el contenido es el rey.