Sin aviso alguno la luz se va; esa es la principal queja de los residentes del municipio Palavecino, uno de los más afectados en el estado Lara desde la implementación del racionamiento eléctrico.
Electrodomésticos, alimentos dañados, inseguridad y pérdida económica son algunos de los principales problemas generados ante el corte de luz que desde la pasada semana ha pasado a ser de manera diaria.
Tanto habitantes de las distintas zonas, como comerciantes, expresaron la molestia ante la falta de información que hay al respecto, pues de manera imprevista se encuentran sin el servicio, lo que genera que gran parte de las labores se vean paralizadas.
La mayor queja ha sido que no se presente un cronograma en donde se especifique las zonas, los días y las horas que permanecerán sin el servicio eléctrico. Ha sido precisamente por la desinformación existente, que el racionamiento ha generado tantas quejas, pues el daño que se genera al no tomar previsiones es grande.
No es la forma
Para Ernesto Agüero, quien vive en El Recreo, el Gobierno Nacional no tomó las precauciones necesarias para un tema tan importante como lo es el sistema eléctrico de todo el país.
“Debería hacerse una programación porque yo tengo un conocido en Corpoelec y ni siquiera él sabe cuándo se irá la luz”, dijo Agüero quien además consideró que el hecho de que el presidente Nicolás Maduro decretara los días viernes como no laborables en el sector público solo generará un mayor consumo eléctrico como pasó en Semana Santa.
Ahora es peor
Ni un día se le escapa a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), para dejar sin luz durante dos horas, como mínimo, a gran parte del municipio. La medida se incrementó la última semana, expuso Oswaldo Di Giorgi, vecino de la urbanización La Mora. “Ahora pasó a irse la luz dos veces al día, dos horas cada turno”, dijo.
Di Giorgi, quien también mantiene una panadería, expresó el descontento ante la medida tomada por el Ejecutivo Nacional. A pesar de contar con una planta eléctrica en su negocio, esto no ha evitado que algunos artefactos se dañen, pues la misma no evita los bajones de luz que se sienten durante todo el día.
Se despiertan sin luz
En Agua Viva el patrón ha sido estar sin el servicio desde tempranas horas de la mañana. En muchos casos los vecinos se despiertan por el calor al no funcionar los aires acondicionados ni ventiladores. Los fines de semana el descanso se ve interrumpido por la misma razón, pues el racionamiento es cotidiano. Hasta el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de la comunidad queda a oscuras, dio a conocer Ricky Piña, quien vive en el sector.
Las escuelas también sufren y es un esfuerzo que deben hacer tanto docentes como alumnos para mantenerse en las aulas sin ventilación y en muchos casos, sin la iluminación adecuada.
Comercios con grandes pérdidas
De los apagones nadie escapa. Durante el recorrido realizado por EL IMPULSO se encontraron locales en pleno racionamiento, entre ellos una carnicería, quienes son parte de las que más sufren pues se trata de alimentos en riesgo de que se dañen por no tener cómo resguardarlos.
Jordan Urdaneta, encargado del negocio, relató que al irse la luz permanece trabajando, sin embargo hay algunos servicios que deben dejar de prestarse pues el punto de venta no funciona, la moledora de carne tampoco.
Quesos, leche y suero se han perdido en gran cantidad gracias a los constantes apagones y corre el riesgo de que kilos de carne también se dañen.
La solicitud principal de los afectados fue organización. Si bien no creen que sea la solución a la crisis eléctrica, sí permitiría que las personas sepan cómo manejar su día de acuerdo a los apagones, pues la inseguridad y deterioro de artefactos eléctricos es solo parte de las consecuencias.
Luz para la calle, ¿oscuridad para la casa?
Parece ironía ver que se racione la electricidad mientras parte de los postes de la ciudad se mantienen encendidos a plena luz del día, lo que hace preguntar por qué ocurre esto.
Si bien el Ejecutivo Nacional hizo un llamado a la población a racionar la energía eléctrica, parece que estos no son capaces de acatar sus propias medidas, pues la iluminación pública le compete a estos por medio de Corpoelec.
Antonio Patiño, miembro de la comisión eléctrica nacional, explicó que la situación de los postes encendidos durante el día se presenta debido a otra falta de mantenimiento, en este caso, arreglar o cambiar la células fotoeléctricas las cuales son las encargadas de activar o desactivar de manera automática el alumbrado cuando anoche o amanece, respectivamente.
“Los postes se prenden o apagan gracias a estar células, cada poste posee una que se encarga de controlarlo. Estas no pueden ser cambiadas ahora porque si bien se producen en el país, los fabricantes no cuentan con las divisas”, aseguró Patiño.
