El país se debate entre la intervención gubernamental y la carestía de condiciones para el desarrollo de sus potencialidades. El pasado 19 de enero, el presidente de la República, Nicolás Maduro, instaló el Consejo Nacional de Economía Productiva, con el fin de impulsar el país a través de “políticas revolucionarias”.
El planteamiento incluye la activación de 14 motores para la reactivación del aparato productivo, tras “los efectos de la guerra económica y la caída en los precios del petróleo”. Algunos de estos motores ya fueron activados, como el de agroalimentación, el pasado 14 de febrero. No obstante, las fallas en el suministro y adquisición de artículos de primera necesidad continúan.
Sobre este respecto, fueron consultados los economistas y docentes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Oliveros y Rafael Quiroz Serranos, quienes sostienen que más allá de la activación de los 14 motores, el país requiere de condiciones que generen confianza y reinversión, ya que es con apoyo del sector privado que se podría recuperar la economía del país y detener el descenso, por más de 22 trimestres del Producto Interno Bruto (PIB).
“En el primer trimestre del año el PIB registró una caída realmente importante. Podría haber oscilado entre el 6% y 8% y este no se podrá recuperar sólo con anuncios… Al decir que se activarán los motores, no se incentiva la confianza que se necesita”, comentó Oliveros, quien a esto sumó que con las fallas en servicios públicos es complejo que el indicador registre un aumento en 2016. A esto se añaden las restricciones que enfrenta el sector privado en la adquisición de divisas.
Por su parte, Quiroz Serrano no cree que se “enciendan esos motores”, ya que la economía venezolana se sigue fundamentando en el rentismo petrolero, cambio de paradigma que no se logra de manera sencilla, “ni por decreto y mucho menos por discurso”.
– Se debe desmontar el andamiaje de la estructura petrolera, que se tragó las estructuras de los demás modelos económicos y sectores de la economía.
Es complejo siquiera lograr a mediano plazo un “quiebre” a la economía basada en las exportaciones del petróleo, con sus repercusiones en términos macroeconómicos, sus variables y los elementos que integran el PIB. Quiroz Serrano dijo tener reservas en este aspecto, ya que “está casi convencido de que no habrá recuperación de los precios del petróleo en 2016”.
Venezuela registra una caída aguda de su actividad económica, pero el “gobierno no tiene capacidad para emprender políticas correctivas al respecto”. Con controles y con mayor participación en la economía, sólo potenciará la problemática.
Señalan que el gobierno también ha generado destrucción institucional (empresas privadas tomadas y pérdida de autonomía del BCV).
PIB en descenso
“Son muchas propuestas, muchas promesas, pero ninguna genera el bienestar y el crecimiento necesarios en el Producto Interno Bruto”, indicó Luis Oliveros, quien destacó que el indicador ha registrado caída durante nueve trimestres consecutivos, lo que representa un comportamiento histórico.
Expresó que según estimaciones, para el año 2016 el descenso podría ser de entre 5 y 6 puntos, que al ser cotejados con 2014 y 2015, representaría una merma acumulada superior al 20%.
En este sentido, explicó que el PIB es el valor agregado que se genera en una economía en un periodo determinado, conformado entonces por el gasto público, consumo privado, inversión, exportaciones netas y otro conjunto de variables.
Detalló que para el año 1960, el PIB per cápita de Venezuela era de aproximadamente $5.500, lo que ubicaba al país en el puesto 23º entre las economías del mundo, nivel similar al de Grecia y superior al de Israel, un 33% de los niveles de Estados Unidos, un 80% del de Japón. En la región no sólo tenía el PIB más elevado, sino que también era cuatro veces el de Colombia y el 50% de Chile.
En la actualidad, Venezuela ocupa el puesto 80º y el PIB per cápita, en términos reales, representa sólo el 10% de Estados Unidos y aproximadamente el 25% del griego.
– Venezuela tiene una caída realmente importante per cápita y eso ha originado niveles de pobreza alarmantes y poder adquisitivo inferior al de los años 80´.
Las condiciones son más complejas
En trasmisión por Venezolana de Televisión (VTV), el presidente Maduro manifestó que “los 14 motores activados irán creando todas las condiciones para superar este problema que tenemos producto de la guerra económica, la baja del petróleo”. También tomó palabras del viceministro para el área económica, Miguel Pérez Abad, quien agradeció a Dios por la caída en los precios internacionales del crudo. En este sentido, el mandatario acotó: “como que nos hacía falta este sacudimiento pa’ quitarnos de encima tanta dependencia de una riqueza fantasiosa como es la del petróleo, y construir una riqueza verdadera. Producir lo nuestro, vale”.
Ante declaraciones como las ya citadas, Oliveros sostiene que si bien el gobierno se ha referido a 14 motores, en otras ocasiones también ha hecho mención de otros 9 y 13 motores, sumado a que el fallecido presidente Hugo Chávez, se refirió a 5 motores, mientras contaba con un barril de petróleo próximo a los $100 y a pesar de ello, tampoco se estimuló otro sector.
– Si no se recuperó y fortaleció la economía venezolana con tan importante bonanza petrolera, ahora las condiciones son más complejas. Estos motores no surtirán efecto.
Corregir los desequilibrios
El gobierno podría enfrentar la crisis económica más compleja de la historia venezolana, ya que la dependencia de las exportaciones petroleras, ha alcanzado niveles elevados y las exportaciones no petroleras son “prácticamente inexistentes”.
Oliveros explicó que previo al desarrollo de políticas para la diversificación, primero se debe estabilizar esta, por tratarse de lineamientos llenos de distorsiones.
En opinión de Oliveros, Venezuela debió, más que diversificar la economía, fortalecer su industria petrolera, para convertirse en una potencia de mercado, que le permitiera adquirir los recursos suficientes para desarrollar otras industrias.
– Más importante es corregir los desequilibrios que tenemos en la economía.
Considera que el tiempo dirá cuáles son las industrias que pueden diversificar la economía. No obstante, antes de ello deben generar políticas que recuperen la institucionalización, que fomenten el desarrollo e incentiven la inversión privada.
Sobre si el planteamiento de los 14 motores promovería un incremento del PIB, Quiroz Serrano señaló que estos no tendrán repercusión en la economía venezolana, mientras no ocurra una unificación cambiaria.“De lo contrario no se produciría un arranque, sino un incendio de la economía”.
Acotó que el Control Cambiario produce múltiples desajustes en los esquemas económicos.
Subrayó en tal sentido que mientras no haya unificación cambiaria no habrá un acuerdo del manejo que se debe hacer de la masa monetaria circulante, la cual calificó como la más alta en toda la historia venezolana, dinero con poco respaldo productivo o en divisas internacionales y con un PIB muy pequeño.
Sin producción ni dólares
Al consultarles qué tanto depende el incremento del PIB de la producción y exportación, que según anuncios gubernamentales podría incrementar con los 14 motores propuestos por el gobierno, los economistas manifestaron que ha sido el mismo régimen el principal culpable de la caída de este indicador, ya que ha generado desincentivos.
“El gobierno privilegió la actividad económica extranjera, las inversiones y generó incentivos macabros en perjuicio de la producción nacional, para que esta no se desarrollara… La caída en las importaciones, generó que la poca producción nacional, también registrara problemas, por la falta de adquisición de materias primas, por lo cual la oferta de bienes en la economía cada vez disminuye, al igual que la actividad económica”, manifestó Oliveros.
Indicó que si bien el PIB ha registrado un descenso desde finales de la década del 70´, ha sido en los últimos años cuando se ha observado una caída histórica, motivada por las erradas políticas económicas implementadas por el Estado.
Al consultarle a Quiroz Serrano cómo el gobierno podría plantear un esquema económico que aumente el PIB sin la dependencia histórica del petróleo, indicó que inevitablemente debe contar con el concurso del sector privado. “Deben romper ese mito de que sólo el Estado interviniente y participante de la economía”.
Señaló que el Estado puede intervenir y participar en algunos actos económicos, pero no en todos. “Deben definir reglas, porque sino habría anarquía, y ejercer el papel de empresario como dueño de la industria petrolera, pero no de panaderías, medios de comunicación y cuanta empresa Dios creó”.
Se deben poner de acuerdo para definir estrategias del desarrollo económico, pero no pueden tener el monopolio absoluto de todos los elementos, factores y actores de la economía.
Real diversificación
La expresión “diversificación de la economía”, se ha vuelto común en el reciente planteamiento económico gubernamental. No obstante, Quiroz Serrano sostiene que ésta debe darse alejada de los modelos rentistas, como el planteado con el Plan Integral Arco Minero del Orinoco. Se requiere desarrollar otros sectores y factores de la economía venezolana, distintos al sector petrolero, entre estos, el de la actividad agrícola, turística y de la construcción, también incluidos entre los 14 motores económicos.
Dichos sectores también son evaluados como potenciales por Oliveros. No obstante, acotó que “se deben fomentar los incentivos necesarios”.
Un sector que no fue fortalecido
Gómez manifestó que para cualquier país del mundo, el sector construcción (infraestructura) representa un importante desarrollo para sus economías. Se trata de proyectos que pueden generar empleos de manera inmediata al tiempo que se traducen en un beneficio para el colectivo. No obstante, lamentó que no se tomen en cuenta distintas variables, para el financiamiento de infraestructuras.
-El gobierno no necesariamente se tiene que gastar el presupuesto nacional para promover infraestructura, sino que puede hacerlo a través de los servidores público-privados, mediante las garantías soberanas que podría otorgar el país.
Sobre las condiciones en que el sector construcción enfrenta la actual crisis económica, precisó que el gobierno sólo se apoyó en empresas extranjeras, dejando de lado las nacionales, que no fueron fortalecidas.
-En momentos como éste a las empresas extranjeras no les interesa seguir trabajando en Venezuela y múltiples obras se han quedado paralizadas… Reconstruir y recuperar esas obras representa dinero y esfuerzo, lo que a su vez son pérdidas millonarias, dinero que ha podido trabajar la empresa nacional, para su fortalecimiento y mejora profesional.
Señaló que en infraestructura se debe invertir al menos el 7% del PIB. No obstante, en Venezuela, sólo se destina un 2% o 3% y quizás en 2016 la cifra sea inferior.
Calificó esta cifra de “irrisoria”, por la cantidad de obras que restan por concluir.
Entre 15 y 20 años de atraso
Hopkins sostuvo que el PIB aumentará cuando la economía comience a recuperarse y que no existen garantías de que esto ocurra con la activación de los 14 motores, ya que en estas mesas de trabajo el sector ha presentado múltiples propuestas, pero no son tomadas en cuenta.
-El país requiere medidas de estímulo en la producción. En nuestro caso requerimos las materias primas. En menos de 30 días inicia el ciclo de maíz y arroz, pero sólo contamos con el 25% de los insumos y el 10% de las semillas. A esto, agregó que también registran problemas en la adquisición de repuestos y maquinarias.
-El sector está completamente desatendido. Sólo tenemos el 10% de las semillas de hortaliza que requiere el país y se adeudan subsidios por más de un año… Si a esta situación se suman los controles de precio, absurdos, difícilmente podamos sacar adelante la actividad.
Subrayó que si el sector primario registra problemas, los mismos pueden trasladarse al secundario y terciario.
En tal sentido, destacó que la agricultura y la ganadería son las alternativas económicas, distintas al petróleo, de mayor potencial para Venezuela, con posibilidades de exportación, pero requieren de condiciones que generen confianza.
La agricultura y la ganadería venezolana han retrocedido entre 15 y 20 años en su desarrollo. No obstante, acotó, existen rubros como las hortalizas que podrías recuperarse en seis meses. Otros pudiesen tomar hasta 10 años.
No hay incentivos para la actividad
Yapur indicó que “efectivamente” el turismo puede ser un motor que impulse ésta y cualquier otra economía del mundo, en especial una menos dependiente de las actividades del Estado, debido a que se basa en el entendimiento de la iniciativa privada.
No obstante, indicó que “hay graves problemas con los servicios públicos”, en especial agua y electricidad. A eso sumó problemas de inseguridad, con un impacto muy fuerte sobre el turismo, porque, además del daño y lesiones personales, estos ejercen un grave perjuicio sobre la imagen del país.
-Podemos dar los primer pasos, pero se debe reconocer como Estado que el turismo depende del esfuerzo del privado.
Acotó que el Estado debe guiar y ayudar a desarrollar los productos y destinos turísticos, además de determinar cuáles son los nichos de mercado en que quiere desarrollarse, pero no intervenir “directamente en todo”.
Yapur manifestó que se debe ser “mucho más flexibles en la conectividad y la labor de las líneas aéreas, con el propósito de incentivar a que se planteen vuelos internacionales.
Igualmente, señaló que se tiene que desarrollar un amplio trabajo de capacitación del personal turístico, y mejorar el transporte interno desde Venezuela.
-Nosotros a veces sentimos que hay mucho más interés del gobierno en ejecutar proyectos para la actividad turística por encima de mejorar la gestión del negocio, las condiciones para los que están establecidos en la actividad, son dos aspectos distintos.