El doctor Lisandro Alvarado nació en El Tocuyo (Lara) el 19 de septiembre de 1858. Sus estudios básicos los realizó en el Colegio La Concordia, en esa misma ciudad. Posteriormente, en 1871, se dirigió a Trujillo para finalizar el bachillerato, pero debido a la situación económica de su familia tuvo que abandonar los estudios y dedicarse a vender fármacos en Barquisimeto.
Mientras que en este transcurrir José Gil Fortoul fundó en El Tocuyo, el primer diario de esa localidad, El Aura Juvenil, en el cual Alvarado colaboró constantemente como columnista.
En 1878 viajó a Caracas con el objetivo de estudiar Medicina, título que obtuvo en 1884, lapso durante el cual estuvo involucrado activamente en la política, mientras transcurría el mandato de Antonio Guzmán Blanco. Pudo conocer el marco doctrinal del positivismo y, en tal sentido, este influyó en sus investigaciones en el área de la etnografía, la historia, el lenguaje, y su interés por distintas culturas antiguas y modernas.
Caracterizado por ser una persona humilde, “confundido en varias oportunidades por campesino”, reseña el historiador y sociólogo Pedro Rodríguez Rojas, quien se refiere a Lisandro Alvarado como una persona digna de admiración, ya que él mismo recorrió el país “en burro, a pie y hasta en canoa” para conocer la cultura del país entrando en contexto con lo estudiado.
El historiador Reinaldo Rojas relata que el principal objetivo que tuvo Alvarado de recorrer Venezuela era “conocer la geografía del país y consultar archivos locales para redactar su obra Historia de la Revolución Federal”. Por sus arduos e intensos estudios y aportes relacionados a la lingüística, ciencia e historia de Venezuela, distintas avenidas, una universidad, un museo, entre otros, llevan su nombre.
El 10 de abril de 1929 falleció Lisandro Alvarado en la ciudad de Valencia (Carabobo), tras un fulminante ataque de hemiplejia.
Por su valioso legado, hoy se conmemora su muerte a nivel nacional con el fin de recordar a este ilustre venezolano.