El pasado lunes 4 de abril, en horas de la madrugada, dos soldados atacaron al centinela Cabo Segundo Enderson Josué López Rodríguez y lo despojaron de su armamento; un fusil marca Kalashnikov, modelo Ak 103 con cuatro cargadores calibre 7.62X 39mm, cada una con 30 balas.
El uniformado herido quien se encontraba en una garita fue trasladado hasta el Hospital Militar con puñaladas en el cuello, mientras sus atacantes escapaban con el arma de guerra.
Los mismos saltaron una cerca perimetral y se fueron por la zona boscosa, ya tenían previamente estudiada la ruta, la conocían porque allí prestaban servicios.
Funcionarios de la Brigada de Robo de la subdelegación Barquisimeto del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), fueron hasta el Fuerte Terepaima para iniciar con la averiguación. El hecho se registró en el puesto 1, allí colectaron el arma con el que le propinaron las puñaladas a López Rodríguez.
Se comenzaron a realizar entrevistas a todo el personal que allí estaban de guardia, posteriormente los sabuesos hablaron con la víctima de quien colectaron su vestimenta y a través de él y otras personas, pudieron identificar a los responsables como Jeferson Fernández Berrios y Jhosia Alejandro Vásquez Pérez, ambos soldados, al batallón 841 de apoyo logístico.
Los responsables del ataque son del estado Portuguesa.
De inmediato los militares accionaron una búsqueda en ambos estados, pero la misma no dio resultados.
Se conoció que mediante las investigaciones, el día miércoles, los funcionarios del cuerpo detectivesco privaron de libertad a otros dos soldados quienes presuntamente habrían cooperado con Fernández Berrios y Vásquez Pérez, ayudándolos a cometer el robo.
Los detenidos fueron identificados como Rubén Enrique Bracamonte Ruíz, de 19 años de edad y César Enrique Velásquez García, de 22 años de edad, también del estado Portuguesa. El último de los mencionados posee un antecedente por tenencia de droga del 2013.
Según las indagaciones realizadas por los investigadores, Bracamonte Ruíz y Velásquez García, se habrían encargado de recoger toda la información, sobre quiénes estaban montando guardia en ese momento y en qué sitios se encontraba cada quien, porque ellos estaban dentro del fuerte. Una vez que tenían todo precisado llamaron por teléfono a Fernández Berrios y Vásquez Pérez, quienes se introdujeron al fuerte por la zona boscosa y llegaron donde estaba el centinela con el arma.
López Rodríguez sabía que uno estaba de permiso y el otro “volado”, aparentemente no habría regresado más, se confió porque los conocía, pero en instantes lo atacaron y lo despojaron del armamento.
Los sabuesos descubrieron a estos soldados como cooperadores al constatar las llamadas realizadas a través de sus teléfonos celulares, una vez que fueron detenidos por el Cicpc, fueron puestos a orden del Ministerio Público y el jueves presentados en tribunales larenses y le dictaron medida privativa de libertad.
Aún los efectivos de la subdelegación Barquisimeto y personal militar siguen tras la pista de Fernández Berrios y Vásquez Pérez, por presuntamente estar implicados en el intento de homicidio y robo de armamento militar.