El Deportivo Táchira colocó pie y medio en los octavos de final de la Copa Libertadores 2016, después de imponerse por 1-0 al Emelec ecuatoriano en el estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal, en la disputa de la quinta y penúltima jornada del grupo 7.
El único tanto del compromiso fue marcado por el defensor aurinegro Wilker Ángel tras el cobro de una falta en la frontal del área cuando se jugaba el minuto 21. El zaguero contó con un toque de suerte, porque su disparo rozó en la pierna de un jugador que estaba en la barrera y al cambiar ligeramente la trayectoria dejó sin opciones al portero visitante Esteban Dreer.
La oncena tachirense, dirigida por Carlos Fabián Maldonado, hizo valer su condición de local por tercera vez en el torneo para llegar a 9 puntos y nivelar al Pumas mexicano en la parte alta de la clasificación. De su lado, Emelec quedó oficialmente eliminado al quedar estancado en 4 contables, sin posibilidades de alcanzar a los dos punteros con una fecha por disputar.
El Olimpia de Paraguay, el otro equipo de la llave, también tiene cuatro contables, pero de igual modo quedaría fuera de carrera si sufre un revés esta noche frente un elenco mexicano que ha ganado sus dos compromisos en casa por goleada.
Maldonado recuperó para el partido al experimentado Jorge “Zurdo” Rojas y lo insertó en la alineación titular, a sabiendas de que su calidad, experiencia y talento podrían imponerse en algún momento del encuentro y marcar diferencia. Y ocurrió tal cual.
Una “viveza” suya desembocó en el único tanto del compromiso, poco después de exigir al cancerbero del Emelec con un lanzamiento de falta a media altura y a su palo izquierdo.
En la segunda ocasión de pelota parada, Rojas amagó una y otra vez mientras pedía al árbitro que mantuviese la distancia reglamentaria de la barrera. Cuando vio que el “escudo” se desacomodó, tocó la pelota hacia su derecha para que Ángel la empalmase con fuerza y el camino se desvió en la pierna de Denis Stracqualursi para tomar velocidad y marcharse hacia las redes.
A partir de allí, con mucha inteligencia, Táchira se dedicó a administrar la ventaja frente a un Emelec muy opaco en su juego, carente de individualidades y falto de orgullo, porque caminó la cancha a ratos, pese a que el resultado le dejaba sin opciones.
Sobre la base del orden defensivo, el cuadro venezolano con más participaciones en el certamen continental repelió cada una de las intentonas del conjunto ecuatoriano y libró de peligro a su cuidapalos José Contreras.
En ese entramado defensivo, fue clave el desempeño del barquisimetano Francisco “Minino” Flores, una aspiradora en el mediosector que frenó muchos de los avances ecuatorianos, sin dejar que los mediocampistas rivales tuviesen espacios para la maniobra y así hacer más fácil la labor de los defensores.
Táchira cerrará las acciones de la fase de grupos el venidero miércoles con una visita al Olimpia paraguayo, posiblemente ya con el boleto en el bolsillo.