Lo que habitualmente oímos es el ejemplo negativo de las personas. Uno que es corrupto, otro que ha robado, otro que ha matado a su mujer o marido, otro que se ha llevado dinero a paraísos fiscales, etc. A todos podríamos calificarlos de cualquier forma menos decentes, justos, honrados y en sentido cristiano santos . ¿Hay hombres honrados y santos actualmente en nuestra sociedad?
Recuerdo entre mis lecturas que merece el calificativo de honrado y santo. Es José Sarto, nacido en Italia el año 1835, que llegó a ser Papa con el nombre de Pío X y fue proclamado santo por Pío XII. Su familia era muy pobre y su padre era el alguacil del pueblo. Poseían una pobre casucha y un pequeño pedazo de tierra. Los padres eran buenos cristianos aceptando su situación sin enviciar nada a nadie. Transmitieron una fe viva y profunda a sus hijos llenando de alegría el hogar.
José vivió la pobreza desde pequeño y se cuenta que iba diariamente a la escuela de un pueblo situado a 14 kilómetros andando y llevaba los zapatos a la espalda para no desgastarlos demasiado deprisa. Durante su vida, cualquier beneficio económico que conseguía iba a parar derecho a manos de los pobres.
¿Cómo era su carácter? Era afable y complaciente con todos y solía visitar a los enfermos y moribundos a cualquier hora del día y de la noche. Pero a la vez sabía hablar con firmeza y severidad ante los errores doctrinales, señalando el camino seguro.
Era un trabajador infatigable y no perdía un segundo de tiempo, para dedicarlo al ocio o al reposo. El alimento diario era sencillo y frugal y se contentaba con lo que le ponían delante. Disfrutaba de una conversación sencilla y bromista con todos. Nadir lo vio nunca alterado, perturbado o airado ni en los pequeños roces con los demás ni en las contradicciones y provocaciones de los que ultrajaban a la Iglesia. Era humilde y le llevaba a no hablar de sí mismo, ni de sus méritos. Otra característica de José era su bondad, que heredó del ambiente familiar y fue enriqueciéndose con un profundo espíritu cristiano.
¿Cuáles eran sus ideales? Durante toda su vida solo buscó la gloria de Dios y la salvación de las almas. Para llevar a cabo eso dijo que “la misión que debo llevar es ésta: instaurar todas las cosas en Cristo”. Estaba persuadido que la ignorancia de las verdades fundamentales de la fe y de la moral cristiana es el camino más corto para el desorden y la disolución de las costumbres. Por eso impulsó durante toda su vida la enseñanza del catecismo y la explicación de la doctrina cristiana.
La tarea que ocupó gran parte de su vida fue la disolución del modernismo Esto no era solamente un error o una herejía, sino la suma de todos los errores pasados y de todas las antiguas herejías, que pretendían minar los fundamentos del dogma católico bajo el pretexto de modernizar y actualizar el mensaje evangélico. Publicó la encíclica Pascendi y se restableció la doctrina de la Iglesia. Toda esta tares estuvo anclada en una gran fe en la Providencia y en la unión con Dios. En las cosas de mayor importancia buscaba la inspiración en el crucifijo. El las cosas dudosas aplazaba la decisión diciendo: “luego nos lo dirá Él”.
El Papa Sarto tuvo en vida fama de santidad y Dios le dotó de tres dones extraordinarios: el don de hacer milagros, leer los secretos de los corazones y predecir el futuro. Están documentados 27 milagros de tuberculosis, curar a ciegos, sordos, paralíticos, de lepra y enfermos en coma. También tuvo el carisma de conocer los pensamientos de los interlocutores y el don de la profecía, como la afirmación en 1906 del comienzo de la Primera Guerra Mundial, de 1914.
Murió el 20 de agosto de 1914 y fue canonizado por Pío XII el 29 de mayo de 1954.
Para más información de este gran santo se puede leer el libro: “Pío X el Papa santo”, de Girolamo Dal-Gal. Editorial Palabra. No quedará defraudado.