La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela –FEDECÁMARAS- presentó este miércoles un conjunto de propuestas para atender la crisis económica que calificó como “verdaderamente crítica”.
A través de un documento, el gremio empresarial aseguró que las señales enviadas por el Gobierno, en la dirección de un posible cambio de la política económica, son tan graduales e “incrementalistas” que resultan claramente insuficientes para revertir la grave crisis económica que experimenta el país. Tal situación exige del Gobierno nacional atender con sentido de urgencia las serias distorsiones macroeconómicas que durante los últimos años se han acumulado.
El Gobierno solo no puede ni podrá con la crisis económica. Se requiere que el Gobierno, los trabajadores y los empresarios lleguemos a consensos básicos sobre las reformas que pueden contribuir a reactivar el aparato productivo en el corto plazo.
En la actualidad, muchas empresas han paralizado líneas de producción enteras por falta de materia prima, insumos intermedios y repuestos, en virtud de las restricciones que han impuesto las regulaciones y los controles gubernamentales. Los niveles de inventario de muchas empresas están en el mínimo histórico. Y hoy no son pocas las empresas que están contemplando cerrar progresivamente operaciones, con los inevitables efectos que ello tendrá sobre un importante sector de los trabajadores.
El enfoque de los 14 motores no ataca la raíz de los problemas económicos que experimenta el país desde hace años. Y ello por una sola razón: porque deja inalterable la estructura central del modelo económico que precisamente nos ha conducido a la sumatoria de restricciones y distorsiones hoy existentes.
Repetimos insistentemente nuestras propuestas, hasta ahora no hemos sido escuchados por el Gobierno. Por ello, presentamos una vez más nuestra contribución para la reactivación económica del país en el corto y mediano plazo, lo que necesariamente pasa por adoptar un conjunto de medidas de política económica que estimulen la creación de confianza y faciliten la generación de riqueza social:
- Garantizar el respeto a los derechos de propiedad.
- Garantizar condiciones de seguridad personal y pública (de personas y bienes).
- Garantizar la estabilidad de las principales variables macroeconómicas, para crear un entorno favorable a las inversiones.
- Implementar mejoras en la infraestructura de servicios públicos, particularmente en electricidad y agua, sin olvidar la importancia de la infraestructura vial, hospitalaria y educativa, para facilitar el incremento sostenido de los niveles de producción.
- Reformar el régimen cambiario de forma tal que se produzca la unificación cambiaria a una tasa razonable y que se garantice el libre acceso a las divisas.
- Levantar progresivamente y de forma definitiva el régimen de control de precios.
- Implementar estímulos fiscales para las inversiones de mediano y largo plazo en el país.
- Implementar incentivos financieros para la modernización del aparato productivo nacional, facilitando la adquisición de maquinarias, equipos y tecnología.
- Actualizar la legislación laboral.
- Revisar y actualizar otras normas que forman parte del marco regulatorio económico de Venezuela.
Estas medidas deben venir acompañadas de un conjunto de programas sociales dirigidos a mitigar el impacto social en los ciudadanos de menos recursos.
El tiempo para la improvisación se acabó. El tiempo para la experimentación social guiada por utopías irrealizables se agotó. El Gobierno nacional tiene la llave para poner fin al encarcelamiento de la economía venezolana, para liberar las fuerzas productivas que han estado represadas durante años.