Los venezolanos, y con más razón los extranjeros, no dejan de asombrarse con las cosas que suceden en nuestro país. Cada cosa que vemos nos asombra y nos deja estupefactos y atónitos, como suele decirse popularmente, aunque no despiertan entre la población ningún sentimiento que no sea el de una expresión que tiene que ver con los modismos de cada región.
Por eso cuando alguien sabe de primera mano que Venezuela está a punto de recibir un lote de armas de guerra que cuestan una millonada de dólares lo primero que se le ocurre, por ejemplo a un barquisimetano es aquello de “Ná guara”, o un “que molleja, de un maracucho, a lo mejor un “No sea toche”, de un indignado gocho y por qué no un “Hijo er diablo” de un margariteño de esos que todavía se pregunta ¿porque no hay comida o, medicinas en la isla y sí hay dinero suficiente para comprar esos jugueticos chatarras que le venden los rusos y los chinos al gobierno. Le dicen a la gente que no hay dólares en las arcas del tesoro nacional, pero no explican de dónde salen esos billetes verdes para pagar a los llamados “perros de la guerra”, interesados como están en provocar un enfrentamiento armado entre venezolanos. Cuando escribimos estas líneas nos llega la mala noticia que ya no tendremos en el desayuno la compañía de los “Diablitos” por la sencilla razón que la fábrica tiene que cerrar antes de caer en la bancarrota.
Simultáneamente la Good Year anuncia un cierre por falta de, mate- ria prima para fabricar los famosos cauchos. No hay dólares –dicen desde el gobierno- pero ya están pensando en cómo pagarle a los rusos y a los chinos las armas y el dinero con el cual se han beneficiado. Entre tanto, miles de personas deam- bulan por las calles y avenidas de nuestras ciuda- des en busca de algo para llevar a casa, o comprar alguna medicina que les mejore la salud.
¡EL SHOW!: Mario Vargas Llosa, cumplió la semana pasada sus bien vividos 80 años de edad, aniversario que quiso compartir con sus amigos más cercanos sin importarle mucho las críticas de la dirigencia de los grupos izquierdistas de aquí y de allá que prefieren valorar más su vida íntima a la de uno de los escritores vivos más prominentes de nuestra América Latina. No le perdonan a don Mario su rechazo a los regímenes dictatoriales, combate que ha librado desde siempre como fiel defensor de los principios de la libertad y la democracia. Los voceros de esa izquierda casposa han enfilado sus baterías contra el Premio Nobel . No soportan que se haya enamorado de Isabel Prysler, una de las figuras más conocidas y estrella de la prensa del corazón. Le niegan el derecho a que, además de un estupendo escritor, también sea capaz de amar y ser amado en el ocaso de su vida. Afortunadamente Vargas Llosa está suficientemente curtido en la lucha contra esa izquierda, y dudo mucho que, a estas alturas del partido, le puedan hacer daño. Los perros de la ciudad seguirán ladrando, mi apreciado Nobel.
Venezuela ya no estará en el próximo Mundial de Fútbol como consecuencia de los malos resultados de lo que va de eliminatoria zonal. Los responsables somos todos, y cuando digo todos, es que somos todos, fanáticos y periodistas incluidos. Estas sucesivas derrotas de la vinotinto eran una crónica anunciada por la falta de coherencia de los encargados de manejar los asuntos de la selección. Con todo el respeto del mundo dijimos que no nos parecía que San Vicente fuera el hombre indicado para dirigirla y planteamos la posibilidad de buscar un técnico extranjero que pudiera cambiarle la cara al grupo sin temor a presiones localistas ni políticas que no tengan que ver con el fútbol propiamente dichas. La prensa deportiva se mostró muy pasiva con los pésimos resultados de los primeros partidos. En Argentina, Brasil, Uruguay y hasta en Colombia los fanáticos y los periodistas hubieses pedido inmediatamente la cabeza de los entrenadores ante una situación de esta naturaleza. Aquí pecamos de tolerancia y conformismos a la espera de un milagro que nunca ocurrió, porque los milagros no forman parte del mundo balompédico. Insisto en la presencia de un entrenador capaz de imponerse a las situaciones fuera de contexto, que han sido las causas del cataclismo de nuestra amada vinotinto.
Unas líneas para el equipo de mis amores y mis desvelos. Que bien lo hicieron el sábado frente al Barcelona y que ocurrencia la de Zidane de montar esa especie de alcabala en el centro para destruirle el bello juego de los azulgranas. Casemiro, Marcelo, Carvajal, Modric y hasta Pepe se erigieron en los guardianes blancos, mientras Cristiano, Bale y Benzemá se encargaban de los fuegos artificiales hasta dar en el blanco en tres oportunidades, aunque validaran solamente dos petardos. Ya el Madrid está a seis puntos cuando faltan por jugarse 21 en esta edición de la Liga. Es sólo para recordárselo a mis amigos del Barsa.