WOLFSBURGO, Alemania, 6 Abr 2016 (AFP) – Wolfsburgo, que disputa por primera vez los cuartos de la Champions, sorprendió 2-0 al Real Madrid, diez veces campeón de la competición, este miércoles en el Volkswagen Arena, y el equipo blanco tendrá que remontar en el Santiago Bernabéu el próximo martes para alcanzar las semifinales.
El lateral suizo Ricardo Rodríguez, de penal, abrió el marcador en el minuto 18 y el 2-0 llegó en el 25 por medio del centrocampista Maximilian Arnold.
En 25 minutos para el recuerdo, el Wolfsburgo se situó 2-0 gracias a su organización defensiva, velocidad en las contras y eficacia ante el arquero costarricense Keylor Navas.
Indiscutible favorito, el Real Madrid se vio superado por el entusiasmo de un equipo que pisaba por primera vez esta ronda de la Champions. «Un 2%», había respondido el central brasileño Dante cuando le preguntaron en la víspera por las opciones del Wolfsburgo de eliminar al gigante blanco.
En el 17 el brasileño Casemiro cargó sobre el internacional alemán André Schurrle y el árbitro señaló penal. Ricardo Rodríguez engañó a Navas para hacer el 1-0.
Ocho minutos después marcó desde el área pequeña Arnold, tras un error del brasileño Marcelo y del capitán Sergio Ramos, después de un centro del brasileño Bruno Henrique.
El costarricense, invicto hasta el momento en la Champions, había tenido que recoger el balón de su portería en dos ocasiones de manera casi consecutiva. Los blancos fueron incapaces de sobreponerse al inesperado escenario.
«Es una sorpresa, no esperaba que sufriéramos tanto en la primera parte. Si no tenemos intensidad pasa lo que pasa. Recibimos un gol rápidamente y otro por error, hicimos un ‘no partido’, pero tenemos un partido de vuelta», explicó el técnico blanco Zinedine Zidane.
Lesión de Benzema
Irreconocible cuatro días después de haber ganado al Barcelona 2-1 en el Camp Nou, el Real Madrid no era capaz de reaccionar en el Volkswagen Arena. Además en el 41 sufrió la baja del francés Karim Benzema, que se retiró por lesión. Entró en su lugar Jesé.
Sin brillantez el Real Madrid intentó acercarse al área del arquero suizo Diego Benaglio. En el 73 Isco, que había entrado en la segunda parte, encontró al portugués Cristiano Ronaldo pero le faltó picante en su primer disparo entre los tres palos.
Máximo goleador de la competición con 13 tantos, Ronaldo no pudo dar continuidad a su gran actuación del sábado en el Camp Nou, cuando marcó el gol que terminó con los más de cinco meses de imbatibilidad del Barcelona.
Un dato dibuja a la perfección la lamentable noche de los jugadores dirigidos por Zidane. Sólo lograron encontrar portería en tres de los remates que tuvieron en el partido en el que se jugaban toda la temporada tras ser eliminados en la Copa y casi no tener opciones en la Liga.
«Hay que mantener la concentración», había insistido Zidane en la rueda de prensa previa, un consejo que no siguieron unos futbolistas completamente desdibujados.
En el lado local el rápido Schurrle tuvo una ocasión para dejar sentenciada la eliminatoria, pero perdonó en el 69 y ofreció al Real Madrid la posibilidad de remontar dentro de seis días para meterse en las semifinales de la máxima competición continental por sexto año consecutivo.