El certificado de discapacidad es prácticamente nulo, pues las personas que lo poseen no reciben ninguna prioridad a pesar de contar con alguna limitación que le impida permanecer haciendo cola o realizar alguna otra actividad física que requiera un gran esfuerzo.
Al igual que cualquier otro ciudadano, las personas con discapacidad deben apersonarse desde horas de la madrugada y en algunos casos hasta días antes pera lograr adquirir productos a precios regulados.
Tal fue el caso el día de ayer, en donde la molestia de estos ciudadanos fue revelada, debido a que fueron ignorados para comprar luego de hacer una larga fila en un reconocido comercio del centro de la ciudad.
“Nos dan un carnet para que verifiquen que somos personas que tenemos discapacidad e igual no nos atienden”, denunció Alfredo Luque, quien además aseguró que se les estaba atendiendo en la misma cola que las personas de tercera edad y que la fila que más avanzaba era la de aquellas personas que no poseían ninguna limitación.
Madres con niños en silla de ruedas, personas con muletas o bastón era la imagen común a las afueras del establecimiento, pues al menos 100 personas discapacitadas permanecían esperando el turno que les correspondía sin beneficio alguno.
Erick Barrera, otro de los afectados, aseguró que la excusa dada por los efectivos militares que se encontraban resguardando el lugar fue que “ellos contribuían al bachaqueo”, argumento que causó molestia, pues este se defendió diciendo que “son seres que tienen ciertas restricciones y deben comprar para mantener a su familia a pesar de la condición que padecen. Dicen que somos bachaqueros cuando ven a los que en realidad lo son y no hacen nada”, expresó.
Asimismo denunciaron la discriminación por la funcionaria del Sundee que estaba presente, estos señalaron que la misma se dirigió a otra persona diciendo que “todos esos mongólicos no saben leer”, haciendo referencia a las personas discapacitadas.